Transportar 155 681 pasajeros mediante los servicios de flete e interurbano es el plan de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Ómnibus Nacionales en Ciego de Ávila, un dato no tan pretensioso como el de 2022, que no se consumó y ascendía a más de 230 000.

Números (rojos) de Ómnibus Nacionales en Ciego de Ávila

Que el coeficiente de disponibilidad técnica esté por debajo del 50 por ciento, o sea, que de 17 guaguas funcionen ocho o menos, en algunos períodos de tiempo por déficit de baterías, neumáticos, piezas de repuesto y cristalería, provocó el año anterior y provocaahora una serie de dificultades.

La primera de ellas fue el incumplimiento del plan de transportación por concepto de fletes, pues de 180 912 pasajeros para el 2022, faltaron 84 313 alcompletar la estadística el año, señala Inaudis Figuera Ferrer, jefe de grupo de operaciones en la provincia.

Esto incidió en que el objeto social de la UEB no produjera ganancias, sino lo contrario, debido al encarecimiento propiamente de las partes y piezas (un neumático cuesta alrededor de 7000 pesos), afirma María Caridad Águila Cuéllar, jefa de grupo de Contabilidad y Finanzas.

Económicamente, la pérdida en Ciego de Ávila fue de 504 000 pesos, ínfima en comparación con un 2021 que finalizó con alrededor de tres millones en números rojos, en buena medida a causa de los embates de la COVID-19. Un panorama muy alejado de los guarismos de hace un lustro, cuando las utilidades de la entidad podían rebasar los cinco millones de pesos.

A partir de junio de 2022 ―explica Águila Cuéllar― el Ministerio del Transportecomenzó a subsidiar el servicio interprovincial con un valor por asientode 0.05 centavos por kilómetro, lo cual aumenta el ingreso al mes a, aproximadamente, 180 000 pesos. Desde octubre subió la tarifa de transportación por flete de 6.96 a 13.96.Por tanto, las perspectivas en 2023 son que la UEB finalice con ganancias sobre el millón 149 000 pesos, estimala directiva.

De vuelta al 2022, y de acuerdo al objetivo propuesto, la UEB sobrecumplió la programación del servicio interurbano, pues de 54 070 pasajeros planificados trasladaron a 101 206. Está claro que la cifra no lo dice todo ni significa mejorías en este indicador, porque seis es el número de rutas hoy, cuatro menos que en 2019, por ejemplo, antes del brote pandémico de coronavirus, cuando también se duplicaban los planes.

Los cuatros trayectos eliminados son los correspondientes a Niquero, Camagüey, Cienfuegos y a La Habana, esta última con horario de salida 1:30 pm. Los viajes desde Ciego de Ávila poseen dos frecuencias semanales a Holguín y a Manzanillo, tres a Santiago de Cuba y a La Habana (11:40 pm), más otro con igual destino diario a las 5:45 am y de Morón a la capital, martes y sábados.

Como consecuencia de la disminución de itinerarios hubo, por supuesto, reducción en la plantilla de choferes. La UEB actualmente de 24 que debería tener cuenta con 22, subraya Rafael Céspedes Pacheco, jefe del grupo de Recursos Humanos.

Sin embargo, ello no viene aparejado a violar las normativas de que en el ómnibus hagan el recorrido dos conductores. En la bolsa de aspirantes ―añade― hay cuatro choferes, a quienes evalúa el grupo de seguridad automotor para enviarlos al curso de adiestramiento y a la realización de exámenes sicométricos en La Habana.

Como saldo positivo, María Julia Ruiz Pol, técnica en uso racional de la energía, aporta que no hubo escasez de combustible, dado que la UEB recibió más de lo que requirieron, 410 toneladas (t) el año pasado, por lo cual, en este 2023 el índice descenderá a unas 390 t.

Arley Puyol Álvarez (Invasor)

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