La reciente toma de posesión como nueva presidenta del Tribunal Provincial Popular de Ciego de Ávila, por parte de la joven jueza Yanay Pérez Obregón, quien hasta entonces fungía como vicepresidenta, significa garantía para que esa institución jurídica mantenga estabilidad en sus resultados, a la vez que deviene expresión del protagonismo que continúa teniendo la mujer allí.
Yanay asume la conducción de un colectivo en cuya plantilla (incluyendo los ocho municipios) las féminas representan más del 80 por ciento.
Coincidentemente, y aprobado también por el Tribunal Supremo Popular (TSP), horas después tendría lugar similar movimiento en la vecina provincia de Sancti Spíritus, al frente de cuyo tribunal provincial quedó Sheyla del Sol Domínguez, otra joven jueza, que se había desempeñado como vicepresidenta de la institución en el municipio cabecera.
Según explicó Yamil Rodríguez Tamayo, vicepresidente del TSP, esas promociones están en correspondencia con la voluntad de seguir fortaleciendo y dinamizando el trabajo en la red cubana de tribunales, a tono con las particularidades del momento actual.
Contar con el respaldo de jueces que acumulan larga experiencia en la profesión, así como con el empuje de mucha sangre joven, recién egresada e incluso formándose en el ámbito universitario y de la enseñanza técnico profesional, deviene muy buen soporte, confianza y continuidad para los procesos de dirección, en un momento muy adverso para la nación, en el que, además, el Parlamento ha aprobado numerosas leyes que requieren no solo correcto dominio, sino también consecuente aplicación.
Tomado de Invasor