Todos los viernes, a partir de las 3:00 pm, el café Estaciones de la librería ateneo avileña tiene pactada sus Tertulias de Otoño. Sucesoras de las Lecturas de Veranos, y antesala de las Lecturas de Invierno. En esta segunda oportunidad, el invitado fue el escultor y arquitecto Luis Enrique Milán Boza.
Imbuidos en un ambiente ruidoso, pero muy ameno por tantos libros y literatura, olor a exquisito café, y un servicio de primera, la tertulia navegó como una suerte de cofradía alrededor de la vida y obra de Milán Boza.
No solo de barros, luces y sombras se discurrió, sino, también, de academias de arte, influencias artísticas, modos de pensar y hasta de modos de vida.
El propio artista confesó que en su etapa de estudiante jamás se le pasó por la cabeza que llegaría a ser escultor, “es un pensamiento distinto, yo no me hallaba ideando mi obra de manera bidimensional. Y un día entendí que las pensaba como en tres dimensiones por el ímpetu naciente del escultor. Así fui dándome cuenta de que lo mío era la escultura”.
Como todo buen estudiante, Milán es de los que creen que la autosuperación es primordial para un artista, “uno nunca debe quedarse con lo aprendido en las academias. Hay que investigar, superarse. Eso intento hacer siempre”.
Los diferentes premios obtenidos en salones provinciales y nacionales lo ameritan como un artista de ingenio, talento, y garra para transgredir lo cotidiano en el mundo de las artes visuales.
En la tertulia se indagó sobre la visión de Milán sobre el movimiento pictórico en Ciego de Ávila, y ante su respuesta no esperada, “¿cuál movimiento?”, no quedó otra que el silencio aprobatorio.
Si bien en esta ciudad se realizan salones expositivos de varios tipos, y hay una aparente revitalización de las artes visuales, lo cierto es que seguimos como varados en una situación crítica con respecto a los artistas y sus proyectos grupales.
Y ese movimiento pictórico no existe. Sí lo hubo, en tiempos remotos, ya no ha dejado más que una huella endeble, porque ni pupilos de esa generación quedan en estas tierras de portales y poetas.
A la ocasión tertuliana vino de maravillas la interpretación de Un día de noviembre, del gran Leo Brouwer, por el guitarrista concertista Oscar Solís Falcón, quien también se notó bastante preocupado por la situación de las artes visuales en una Ciego de Ávila que se ha modernizado y distanciado tanto de la que era en los años 80, 90, del pasado siglo.
A la pregunta de cómo se ganaba la vida, Milán Boza se refirió a que la artesanía y la cerámica le dan de comer a él y su familia, “además de que, como arquitecto que soy, también tengo algunas satisfacciones”.
En esa dualidad que a muchos les pareció maravillosa, Milán se graduó como arquitecto en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, “pero era lo que más afín encontré con la escultura para alcanzar la licenciatura en algo que me gustara. Y siempre la llevé pensando en esa unión casi perfecta entre lo útil y lo bello, donde un arquitecto pone solo el análisis frío y calculado de ángulos y líneas. Yo quería dedicarme a lo estético, a lo útil; construcciones que tuvieran un impacto social con los presupuestos de una intervención, performance, y esas cosas”.
Milán también estuvo vinculado con el proyecto de cerámica y artesanía Vierte, “fue una linda experiencia de la cual aprendí muchas cosas no solo de la cerámica y el esmaltado, también de la relación laboral, la economía, las dinámicas de grupos, y mucho más. Es una lástima que ese proyecto haya quedado mutilado y no por responsabilidad mía”.
Ya en los minutos finales de la tertulia, con el apagón eléctrico, se precisó quién será el invitado del próximo viernes porque, como aclaró Natacha Cabrera Cepero, directora del Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, “estas tertulias tienen el fin de acercar el autor al público. Por eso no nos quedamos solo en el escritor, sino que, además, invitamos a músicos, artistas de la plástica, bailarines, actores, realizadores”.
El espacio quedó inaugurado en este otoño por un servidor, quien leyó parte de su poética y adelantó algunos pormenores de sus obras en proceso creativo.
Tomado de Invasor