Cinco artistas representan a la cultura de Ciego de Ávila en el X Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), que tuvo su inicio este viernes primero de noviembre en la capital de todos los cubanos.
Estos creadores fueron seleccionados a partir de la asamblea provincial de la organización realizada en el mes de abril de este año. Y si bien no están representadas todas sus filiales, al menos podrán intercambiar de manera magistral, en las distintas comisiones de trabajo que estarán sesionando en los dos días de congreso.
Ellos son Yudeisy Viera Miranda, locutora y presidenta del Comité Provincial; Ángel Broche Rueda, presidente de la filial de Cine, Radio y Televisión; Jorge Luis Neyra, realizador audiovisual; Alberto Fernández Pena, locutor y vicepresidente primero del Comité Provincial y Nelson Aragón Martínez, narrador oral e investigador de los procesos culturales.
En medio de una situación bien compleja en el plano cultural avileño, estos artífices de la palabra y el audiovisual tienen la oportunidad de ser los voceros de las problemáticas que laceran el funcionamiento del sistema de la cultura en el territorio. Y, sobre todo, discursar sobre el cumplimiento o no de los acuerdos del anterior congreso y que aún siguen vigentes.
Jorge Luis Neyra le confiesa a Invasor, en los minutos anteriores de la partida hacia la capital, “hay que alzar la voz por la situación actual y todavía sin solución de los teatros en Ciego de Ávila. Acuerdo sin cumplirse y que venimos arrastrando de muchos años atrás. Además, de que debemos trasladar la insatisfacción de nuestra membresía sobre distintos puntos de la vida orgánica de la organización y del territorio. Como lo que viene sucediendo en materia de urbanismo y otros males que siguen proliferando en esta ciudad”.
Con el acompañamiento de las distintas estructuras del Gobierno y el Partido, la UNEAC en la provincia ha logrado que sean atendidas parte de las inquietudes de su membresía. Casi siempre estas preocupaciones giran en torno a las mismas variantes que son la vida cultural de la ciudad, el presupuesto y la comercialización del arte, entre otros.
“A este Congreso vamos muy bien preparados”. Nos dice Alberto Fernández Pena, quien fungió como presidente del Comité Provincial durante 10 años y ahora acude al encuentro nacional, en una nueva función. “Tenemos localizados los problemas culturales del territorio y aunque sabemos que los nuestros se resuelven aquí, no es menos cierto que trasladar esas inquietudes y preocupaciones hacia las máximas autoridades del país, es un paso de avance muy grande y que ayuda, en primer lugar, a visualizar lo que se viene haciendo desde la UNEAC avileña”.
Otra de las cuestiones a debatir en el plenario, es la situación que presentan los músicos en el territorio de la piña, al no tener presupuesto para hacer actividades y mantener los espacios habituales como los de música campesina, en distintos escenarios de la ciudad y de música de concierto; la inserción de los músicos en los cabaret y centros recreativos tanto estatales como no estatales; y las deudas, los impagos, tanto con los artistas como con la empresa comercializadora de la música y los espectáculos, Musicávila; entre otros temas.
Del panorama literario en la Ciudad de los Portales, los delegados al X Congreso de la UNEAC conocen de la situación del presupuesto para el pago de los trabajadores de la Editorial Ávila, miembros de la organización en buena parte, y de las distintas actividades que se gestan para la comercialización de los libros y la literatura, como la Feria Provincial del Libro, por ejemplo.
Si bien algunos consideran que este Congreso podría haber esperado un poco más para su realización, en medio de las carencias y la situación eléctrica que sufre el país, no es menos cierto que la cultura es medular en el buen funcionamiento de la sociedad, pues no solo es aliciente para los problemas sino que, además, ayuda a localizarlos y hasta idear soluciones a los mismos.
No por gusto Fidel Castro, fundador de la UNEAC, la conceptualizara como “escudo y espada de la nación”.
Tomado de Invasor