Del 26 de septiembre al 1ro. de octubre, Ciego de Ávila se convirtió en el epicentro de la décima y la tonada, con la celebración del II Encuentro Internacional de Improvisadores Agustín Alonso in memoriam.
Este evento, que reunió a talentosos cultores de este arte de diversas regiones del país, “se desarrolló de manera fructífera, puesto que se le entregó el trabajo que hacen estos artistas de la palabra a su pueblo”, según declaraciones a Invasor de Armando Andrés López Rondón, director de la Casa de la Décima Raúl Rondón, y principal gestor del encuentro.
Más allá de los desafíos conocidos, como la falta de electricidad y las lluvias, los improvisadores lograron conectar directamente con la población en cada una de sus presentaciones. La Casa de la Trova Miguel Ángel Luna, emblemática por su historia y tradición, fue uno de los escenarios principales, al acoger a un público entusiasta que llenó sus espacios para disfrutar de manera sana y visceral. Este sitio, conocido por su importancia cultural, se convirtió en el corazón del evento, donde la magia de la décima y la improvisación se encontraron con los infantes de la comunidad en un diálogo franco y enriquecedor.
Los niños, estudiantes de la tradición, no solo compartieron el arte con los cultores, sino que, también, mostraron sus propias habilidades en presentaciones que reflejaron su preparación y amor por la décima. Se pudo comprobar este arraigo, cuando el chileno Don Leonel Sánchez Moya ofreció una clase magistral en la Escuela Elemental de Arte Ñola Sahig Saínz, ante la concurren- cia de escolares que mostraron un exquisito interés en cada uno de los acordes puesto por el payador, y sus explicaciones bien documentadas.
Los artistas invitados también deslumbraron, ofreciendo lo mejor de sí en cada actuación.
Uno de los momentos más memorables del encuentro fue “una presentación en la finca El Placer, debajo de una mata, en plena campiña, que nos acercó más a las verdaderas raíces de nuestra tradición, un guateque campesino de casa, increíblemente bueno, sin la parafernalia de la tecnología. Se hizo ‘a pecho’, como lo hicieron y aún hacen los campesinos”.
Asimismo, muchas de las actividades fueron sin la intervención técnica, y los repentistas rindieron homenaje a la forma más pura de este arte con la voz y el corazón como únicos instrumentos.
Aunque el propio Rondón resaltó que la promoción no fue la mejor, sí hubo seguimiento de las actividades en las redes sociales de Internet y por los medios tradicionales, “es una experiencia que ya guardamos para mejorar cuando estemos preparando la próxima edición”.
La gala de clausura, realizada en el patio de Artex, fue un cierre magnífico que, a pesar de la divulgación limitada, se desarrolló en condiciones óptimas y dejó una impresión duradera en los asistentes.
Con todo y los desafíos, el II Encuentro Internacional de Improvisadores Agustín Alonso se va consolidando como un evento clave para la cultura en Ciego de Ávila y en toda Cuba. La Casa de la Décima y todos los organizadores celebran este logro y ya miran hacia el futuro con la esperanza de seguir promoviendo y enriqueciendo esta tradición.
Tomado de Invasor