Una vez más el pueblo de la capital vivió hoy, en caras de otros jóvenes, la entrada triunfal de la Caravana de la Libertad a La Habana, a 66 años de aquel histórico suceso encabezado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Las banderas, los cantos, las consignas, los saludos efusivos y los cláxones de los camiones signaron la reedición de aquella caravana que, el 8 de enero de 1959, transitó por varias arterias de la urbe hasta la Ciudad Libertad, otrora Campamento Militar de Columbia.

Durante el trayecto de hoy ocurrieron algunas paradas, como en la Unidad Empresarial de Base Julio Antonio Mella y la Cervecería Guido Pérez y el Parque 9 de abril, en el Cotorro, la Virgen del camino, en el municipio San Miguel del Padrón, así como el antiguo edificio de la marina de guerra y el Museo de la Revolución, en el Centro Histórico, y la esquina de 23 y M en el Vedado capitalino.

Adriana Pupo Rey, trabajadora del Centro Fidel Castro Ruz que participa por primera vez en la conmemoración de ese acontecimiento, expresó que constituye un orgullo tremendo como joven y como revolucionaria, al estar presente en un día como este por lo que representa la fecha y poder vivirlo con la emoción de entonces.

Para Artemio Sosa Rosabal, veterano combatiente de aquella gesta, la ocasión representa una oportunidad de reafirmar el apoyo mayoritario del pueblo cubano a la Revolución cubana, la cual es la materialización de las luchas históricas de cubanos en distintas generaciones.

Otro de los protagonistas de esta reedición, el joven Luis Manuel Corrales Reyes, destacó la significación de esta generación que tendrá el compromiso de ser la del centenario del natalicio de Fidel y tiene el deber de estar presente en las nuevas batallas de la Revolución.

El 2 de enero de 1959 la Caravana de la Libertad inició un periplo de más de mil kilómetros hasta su llegada a La Habana, que terminó de consolidar el triunfo de la Revolución cubana tras la caída de la dictadura de Fulgencio Batista.

A 66 años, la caravana vuelve a Ciudad Libertad

Con entusiasmo y múltiples muestras de apoyo popular, llegó en la tarde de hoy la Caravana de la Libertad a la Ciudad Escolar Libertad, otrora Campamento Militar de Columbia, en reedición de lo acontecido hace más de seis décadas.

La conmemoración se realizó en presencia de una protagonista de aquella gesta, la general de Brigada Delsa Esther (Tete) Puebla, heroína de la República de Cuba, así como José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado y jefe del Departamento Agrolimentario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la capital, entre otros.

Raúl Alejandro Palmero Fernández, primer secretario del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas en La Habana, rememoró en las palabras centrales del acto los hechos de aquel ocho de enero y como marcaron un antes y un después para la historia de la nación.

Palmero Fernández recalcó en el deber de los jóvenes y toda la sociedad en mantener los logros alcanzados como país independiente y sostener el peso de tanto heroísmo que cimenta el proceso revolucionario.

Acotó que esta generación, como la del centenario del apóstol, acompañará a Fidel en su recorrido hacia la inmortalidad en ocasión de cumplirse en 2026 el centenario del líder histórico de la Revolución cubana.

Bajo la consigna de ¡Aquí no se rinde nadie! y otras frases de reafirmación patriótica los presentes ratificaron su compromiso con la Patria y el proyecto socialista.

Felipe Díaz Ramírez, combatiente internacionalista y presidente de una asociación de base de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en el territorio, rememoró aquella jornada cuando Fidel entraba a la capital, fecha intensa e inolvidable para un pueblo desbordado en alegría.

Añadió asimismo que tras más de seis décadas del triunfo revolucionario, los cubanos continúan su lucha por construir un país mejor.

Valoró que contra esta voluntad de todo un pueblo se han estrellado los ataques imperialistas que intentan destruir todo lo que se ha conquistado de la mano del ejemplo y legado de Fidel.

A pesar de las dificultades que se enfrentan jamás se ha perdido la fe y la confianza en el proceso revolucionario, en los dirigentes de la nación y en el sentimiento patriótico de los cubanos, agregó.

El encuentro en Ciudad Libertad fue el final de la trayectoria de una caravana que como cada año recuerda la fecha trascendental del 8 de enero de 1959, cuando Cuba mostraba al mundo su fortaleza en el amanecer de la Revolución triunfante.

Las calles de la Habana fueron testigos una vez más de la victoria de las ideas y de la unidad del pueblo manifestada no solo en los jóvenes participantes de la caravana, sino también en la población que esperaba su paso por las calles de la capital.

Tomado de ACN

     

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