Preparase para los exámenes de ingreso a la educación superior constituye una premisa para el estudiantado y los profesores del Instituto Preuniversitario (IPU), Sergio Pérez Castillo del municipio de Majagua, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Ciego de Ávila.
Más de 20 estudiantes de duodécimo grado reciben la preparación para afrontar las venideras pruebas en las asignaturas de Español, Matemáticas e Historia.
Yanelys Rabí Martínez, directora del IPU, dijo que, de una matrícula de 43 estudiantes que cursan el duodécimo grado, veintidós se preparan para los exámenes, los cuales están previstos para el mes de mayo.
«Esto es una etapa intensiva donde se involucran a todos los trabajadores del centro, los padres y demás factores; todo en función de lograr resultados satisfactorios.»
De esos 22 estudiantes, 19 ya tienen sus carreras preotorgadas a la universidad, otra modalidad para la continuación de estudios, agregó Rabí Martínez.
Durante estas jornadas los educandos sistematizan conocimientos en vísperas del momento decidido, en el que el centro pretende alcanzar resultados superiores en años precedentes.
Según la estudiante Amanda Porvent Teygid, la preparación para el ingreso a la educación superior es bien rigurosa. En una sesión de la mañana reciben las lecciones que forman parte de los programas de las asignaturas, y luego, por la tarde rompen la estructura de grupo y desarrollan una preparación diferenciada según las necesidades de cada alumno.
A esta nueva forma de estudio colaboran también los profesores de la Facultad de Obreros y Campesinos, los cuales apoyan a los estudiantes en horarios extra-clases.
La directora del IPU detalló que, semanalmente, los docentes encargados de preparar a los estudiantes aplican instrumentos de comprobaciones para tener un pronóstico certero del conocimiento. Estos resultados se analizan en el claustrillo, y nos dan la medida de cómo trabajar con aquellos que necesitan una atención diferenciada.
Otra de las acciones que complementa la preparación es el trabajo con la familia. Mediante las reuniones de padres, los profesores les informan a los familiares los resultados académicos y el desempeño de sus hijos. Asimismo, le dan tareas, con el apadrinamiento de las brigadas pedagógicas, para que los alumnos venzan los contenidos de mayor dificultad.
El centro educativo, con un claustro altamente calificado, prepara a sus estudiantes con el objetivo de superar los resultados alcanzados durante el pasado curso, en el cual se posicionó como el mejor de su tipo en la provincia avileña.