Nueve días de bloqueo de Estados Unidos contra Cuba equivalen al financiamiento requerido para importar el material gastable médico. Es decir, algodón, gasa, jeringuillas, agujas, suturas, catéteres, equipos para sueros, entre otros insumos, y los reactivos necesarios para el sistema nacional de Salud durante un año. Son, aproximadamente, unos 129 millones de dólares.

Solo quien tenga una venda en los ojos, o piense como un fascista, no puede ver que el bloqueo mata, que persigue arrancarle a Cuba una de sus grandes conquistas sociales: el celo por la vida de sus hijos.

Los médicos, los científicos y un modesto presupuesto acorde a una economía pequeña, aunque es el mayor dedicado a la esfera social, sustentan el cuidado de los cubanos. También lo hacen sus profesionales, quienes que no dejan de investigar, a fin de tener siempre una respuesta que salve.

«Este centro tendrá también tareas investigativas: participar en las investigaciones ramales contenidas en el plan del Ministerio de Salud Pública, participar cooperativamente en investigaciones científicas de los institutos de investigación, plan de investigaciones propias del centro, investigaciones conjuntas con colectivos científicos internacionales».

Así lo dijo Fidel, hace 42 años, cuando inauguró el hospital Hermanos Ameijeiras, que el 2 de diciembre estará celebrando esa fecha. Sus galenos, no han dejado de cumplir ese propósito.

Allí se celebrará, el jueves y le viernes de esta semana, la primera jornada nacional de Enfermedades No Transmisibles (ENT) y sus factores de riesgo. Desafíos y estrategias globales, dirigida a su prevención y control.

A diferencia de las dolencias infecciosas en las que la Medicina cubana ha logrado un rol menos asistencialista y más profiláctico, en las ENT se ha tendido más a la medicalización, aunque no quiere decir que la promoción de salud dirigida a ellas no exista.

Es por eso que el objetivo de la jornada, asegura el doctor en Ciencias Médicas Luis Alberto Ochoa Montes, presidente de su comité organizador, es que, mediante la información sobre la prevalencia de las ENT, la población y los profesionales de la Salud continúen ganando conciencia en las maneras de prevenirlas y controlarlas.

Las ENT «suelen ser de larga duración y resultan de una combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento. Sus principales manifestaciones son las cardiovasculares (infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes», explica Ochoa Montes.

Él, quien también preside el Grupo de Investigación de Muerte Súbita, sostiene «que afectan de forma desproporcionada a los habitantes de países de ingreso mediano bajo, en los que se producen más de las tres cuartas partes de los decesos por esta causa (31,4 millones)». Aclara que «aquejan a personas de todos los grupos de edad, regiones y países. Aunque se asocian a las personas de edad avanzada, los datos muestran que cada año más de 17 millones de personas menores de 70 mueren a causa de una ENT».

Hace énfasis en que se conozcan los factores de riesgo, y cita entre ellos a los metabólicos como «una alimentación poco saludable y la falta de actividad física, que pueden dar lugar a la hipertensión arterial, al aumento de la glucosa o de los lípidos en la sangre y a la obesidad. Ellos favorecen las enfermedades cardiovasculares, las ENT que causan más muertes prematuras».

También son propiciadas «por factores como el rápido desarrollo urbano no planificado, la generalización de modos de vida poco saludables y el envejecimiento de la población», afirma el especialista, quien define al tabaquismo y al alcohol como verdugos de las ENT.

El galeno compartió un grupo de datos que ilustran cuán peligroso es no promover una conducta educativa y preventiva, en aras de prevenirlas.

LAS LETALES CIFRAS DE LA ENT

Las enfermedades no transmisibles (ENT) matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 74% de todas las muertes en el mundo. Cada año, 17 millones de personas menores de 70 años mueren a causa de una ENT, y el 86% de esas muertes prematuras se dan en países de ingreso mediano bajo. El 77% de todas las muertes debidas a ENT se concentran en países de ingreso mediano bajo. Las enfermedades cardiovasculares suponen la mayoría de las muertes por ENT (17,9 millones de personas cada año), seguidas del cáncer (9,3 millones), las enfermedades respiratorias crónicas (4,1 millones) y la diabetes (2,0 millones, incluidos los fallecimientos por nefropatía diabética).

OJO A LOS DATOS, CUIDESE

El tabaco es responsable de más de ocho millones de muertes al año, incluidas las debidas a los efectos de la exposición al humo ajeno. Se han atribuido 1,8 millones de muertes anuales a una ingesta excesiva de sal/sodio. Más de la mitad de los tres millones de muertes anuales imputables al consumo de alcohol se deben a ENT, incluido el cáncer.

Tomado de Granma

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