La obtención de una tasa de mortalidad infantil en Ciego de Ávila de 6,4 por cada 1000 nacidos vivos en lo que va de año, aunque está por debajo del propósito nacional que es de 6,5 es un resultado para no confiarse, sobre todo si se tiene en cuenta que se incrementa en relación con el año anterior y se obtiene con una cifra inferior de nacimientos.

La doctora Yastra Nolasco Pérez, pediatra del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en el territorio, refirió a Invasor que hasta el 11 de mayo de 2025 se registraron 628 nacimientos contra 925 en igual etapa de 2024 lo que significa 297 menos.

Enumeró entre las principales causas de fallecimientos, la morbilidad neonatal, el bajo peso y el pretérmino al nacer, con la mayor incidencia en los municipios de Bolivia, Ciro Redondo y Ciego de Ávila. Asimismo, es un problema de salud la hipertensión arterial crónica con su preclancia sobreañadida, lo cual influye en que el embarazo no llegue al término y haya que hacer la interrupción antes de las 37 semanas, detalló.

Estos factores asociados también al embarazo en la adolescencia, ocasionaron el bajo peso en 41 recién nacidos en estos primeros meses del año.

La especialista informó que la tasa de mortalidad en edad preescolar fue de 3,4 con dos fallecidos y la escolar de 2,2 con 4 fallecidos.

Enumeró entre las acciones para disminuir esos indicadores, la realización de intervenciones sanitarias para reevaluar al ciento por ciento de los lactantes (menores de un año) y las gestantes en cada municipio, además de otras tareas orientadas a nivel de país como parte del programa.

Igualmente, se ha determinado el ingreso desde las 20 semanas de todas las embarazadas adolescentes en los hogares maternos y desde las 36 semanas en los hospitales, para llegar al tiempo del parto en óptimas condiciones, pues estas muchachas son las que presentan el mayor índice de bajo peso al nacer.

Ciego de Ávila cerró el año 2024 con una tasa de mortalidad infantil de 5,8 por cada 1000 nacidos vivos, la mejor del lustro y la número 13 en la historia de la provincia desde 1977, como resultado de la calidad en la atención médica, trabajo intersectorial y voluntad política.

Tomado de Invasor

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