Para nadie es un secreto que una de las causas principales del decrecimiento de los volúmenes de producción de azúcar en los últimos años tiene que ver con el descenso del área sembrada de la gramínea.
A tono con esa realidad, Ciego de Ávila, una de las provincias llamadas a encabezar la recuperación cañera del país, se propuso este año plantar 2950 hectáreas (ha) en la temporada que comenzó el primer día de julio y se extenderá hasta el cierre de 2024, es decir, en la llamada campaña de frío.
Pero las cuatro actividades agrícolas que exige el cambio: preparación de tierra, surque, siembra y resiembra, demandan un suministro estable de combustible, algo que no siempre ocurre, en medio de las complejísimas condiciones en que transcurre la economía nacional.
Según datos proporcionados por Eduardo Larrosa Vázquez, director de Coordinación y Supervisión del Grupo Azucarero Azcuba en el territorio, en la semana del 4 al 11 de agosto se plantaron 71.6 ha, esfuerzo que lideró la Empresa Agroindustrial Azucarera Ciro Redondo, con 27 ha. Sin embargo, el plan ascendía a 190.7, pero el abasto de combustible tuvo lugar de modo tardío, a partir del día siete.
Si una golondrina no hace verano, tampoco una semana define el resultado final de una campaña, pero, en este caso, los atrasos reiterados pudieran hacer peligrar el empeño de los agroindustriales del sector, necesitados, además, de la buena organización de jornadas productivas que los fines de semana incorporen fuerzas de otros sectores a las faenas.
Recordemos que la caña que debe ir a los centrales, en la zafra que se avecina depende de la capacidad del territorio para garantizar un abasto estable de materia prima, algo imposible de lograr si no se cuenta con poblaciones de calidad en los campos.
Entretanto, las más de 50 unidades del Grupo Azucarero Azcuba en el territorio están llamadas a ganar en eficiencia en otras tareas, igual de relevantes. Entre ellas, sobresale la de la producción de alimentos.
Según un parte nacional emitido por Azcuba recientemente, Ciego de Ávila cumplimenta solo al 83 por ciento el plan de producción de alimentos del sector, y, en lo que respecta a la siembra de cultivos varios, la deuda asciende a 336 ha.
Llegado a este punto, vale decir que una parte de las provincias del país exhibe mejores indicadores, tanto en la siembra de caña, como en la de cultivos varios, aunque las causas objetivas que impiden mejores dividendos resultan similares para todos.
Así que no queda otra que extremar la exigencia y el control de los procesos desde cada escenario, y buscar alternativas viables para que, todo lo que depende de los brazos de los colectivos del sector, rinda mejores dividendos.
Tomado de Invasor