En un contexto tan complejo para la agricultura y la economía nacionales, a la Empresa Agropecuaria La Cuba es imposible exigirle menos que acercarse cuanto más pueda a los resultados que obtuvo en décadas pasadas.
“La Cuba tiene que ser lo que fue”, repitió incontables veces José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su Departamento Agroalimentario, durante un recorrido que realizara por bases productivas de la entidad.
Recientemente, Invasor informó sobre que esta empresa agropecuaria sembró unas 1005 hectáreas (ha) de cultivos varios en el transcurso de apenas 36 días. En fechas siguientes, para conmemorar el Día de la Rebeldía Nacional, La Cuba aumentó el primer dígito en 110, de acuerdo a una posterior publicación de la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Según su director general, Ariel Nieves Concepción, esa estadística general y la de 200 ha sembradas de boniato en tan breve tiempo significó un récord para una empresa que fue considerada insigne de la agricultura avileña y busca recuperar el “terreno perdido”.
De su producto líder, el plátano, se sembraron más de 300 ha, que se sumaron a 431 en existencia. Además, la referida nota de la ACN agregaba que La Cuba recuperó 11 casas de cultivos protegidos y construyó seis nuevas.
Solo el incremento sostenido de la producción va a permitir el autoabastecimiento que tan importante es y, primero, bajar los precios, dijo Monteagudo Ruiz como antesala de sus palabras siguientes.
“No se trata del cumplimiento de un plan, porque bien sabemos que esos planes están limitados. El objetivo es avanzar hasta tanto podamos, a partir de nuestras potencialidades, sin detenernos a mirar las estadísticas, explotando tierras ociosas de forma adecuada”, señaló el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido.
Luego recalcó que a continuación sería primordial diversificar los cultivos e incrementar la existencia de los que están, porque son aún insuficientes para el compromiso que tiene La Cuba con la población, los polos turísticos nacionales y la exportación.
Sin embargo, es innegable que las condiciones actuales reducen las probabilidades de concretar producciones ajustadas a las demandas actuales. La Cuba presenta grandes dificultades con el déficit de combustibles, la falta de semillas, productos químicos y la necesidad de tener que alquilar maquinarias de alta potencia.
Tomado de Invasor