La venta, a precios módicos, de raciones y comidas elaboradas a las familias con escasa solvencia económica y a residentes en barrios vulnerables forma parte de una de las estrategias del Grupo Empresarial de Comercio de Ciego de Ávila (Gecca), en correspondencia con la política de Estado de beneficiar a la población sin un enfoque asistencialista.
Si bien la estrategia territorial cobró fuerza desde el mes de septiembre del pasado año, algunos la protagonizan desde mucho antes, como es el caso de la Empresa de Alojamiento y varias unidades del territorio cabecera, destacó Fidel Cruz Pérez, director del Gecca.
En la provincia avileña la venta de comidas llegó en abril pasado a la mayoría de las 500 circunscripciones de la provincia, con el expendio de más de 2 600 000 raciones, a precios que no superan los 20 pesos y con las características de ser elaboradas a partir de las materias primas disponibles en cada territorio.
Gusta mucho en las comunidades, precisó Cruz Pérez, el ajiaco, la caldosa, las raciones de arroz con subproductos, con croquetas, picadillos, medallones, elaborados también con el concurso no solo de las empresas de Comercio, sino con el apadrinamiento de otros sectores y entidades radicados en los propios territorios, una garantía para ofrecerlos con gastos y costos más bajos.
«La distribución es ordenada por circunscripciones y comunidades que hoy tienen un nivel de atención diferenciada, pero debemos seguir trabajando en función de que esa elaboración sea más variada y tenga un mayor alcance en función de las necesidades del pueblo, y de las potencialidades que tienen nuestros diez centros de elaboración», consideró Cruz Pérez.
Esther Martínez Armas, ama de casa, puso de relieve tanto la calidad como el bajo precio de los alimentos. La bandeja de comida es a tres pesos. ¿Qué hay?: chícharo, arroz con subproductos, yuca hervida y puré de papa. El delegado sabe quiénes son los vulnerables.
La atención a barrios vulnerables y el mejoramiento de las comunidades también forma parte del programa de trabajo integral, con mejoras en la pavimentación, la rehabilitación de viviendas, el saneamiento básico, la construcción de aceras y la reparación de redes hidráulicas, entre otras acciones.
El alcance de las políticas públicas para la atención a personas y familias en situación de vulnerabilidad social ha puesto en el centro de atención, también, a una treintena de comunidades o barrios de Ciego de Ávila considerados en desventaja social, urbanos y rurales.
Más de 200 trabajadores sociales mapean la geografía avileña para identificar potencialidades y vulnerabilidades del trabajo comunitario integrado, en función de identificar problemáticas y contribuir en la solución.
Tomado de Granma