La mañana del primero de junio en Ciego de Ávila se llenó de una alegría contagiosa, infantil y de cierta candidez gracias al proyecto Corazón, por un arte desinteresado y sanador. Este evento conmemoró el Día Internacional de la Infancia en el Hogar de niños sin amparo familiar.

Corazón, un proyecto de Latin LuLi’s Production, fundado en 2005 por Lupe Díaz Beracierto, que estuvo en pausa luego de que su principal promotora residiera temporalmente fuera de la provincia, contribuye al alivio emocional y físico de niñas y niños, a través de la terapia artística. Y este sábado tuvo el noble propósito de restaurar un poco de la alegría en los corazones infantiles que habitan en este hogar. Con el auspicio del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, se unieron fuerzas para llevar a cabo esta iniciativa.

La cita estuvo colmada de colores, regalos, música, diversión, cuentos, poemas y juegos de participación. El sistema de la Cultura en esta Ciudad de los Portales logró reunir a varios proyectos de primer nivel y de sus catálogos de excelencia. Las miradas expectantes y las carcajadas llenaron el ambiente, demostrando que la alegría puede solucionar casi cualquier cosa.

Entre los participantes destacaron Gamahd, agrupación danzaria que cautivó con su talento y juventud. Pasos y Estilos, otro grupo de baile que se sumó a la celebración. Blanco y Negro, proyecto artístico que aportó su creatividad. El actor Carlos Ramos Rizos, que emocionó al público con su actuación, siempre espontánea, y carisma. El Guiñol Polichinela, una compañía que hizo reír a grandes y pequeños. Zama, la música y el baile tradicional también tuvieron su espacio. Nueva Imagen, un proyecto audiovisual que capturó los momentos más especiales. Los Hermanos, el estilismo también formó parte de este suceso cultural.

No es la primera vez que Corazón visita los corazones en ese hogar, pero este primero de junio fue mucho más especial. En Cuba, celebramos este día desde 1963, siguiendo la recomendación de la Asamblea de las Naciones Unidas en 1956. El objetivo es promover la fraternidad, la comprensión entre los niños y el respeto a sus derechos en todo el mundo.

En todo nuestro terruño se hicieron actividades como esta, con sus particularidades e iniciativas culturales. Lo cierto es que para “los que saben querer”, la cultura cubana siempre tendrá un espacio de amor.

Tomado de Invasor

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