Al arribar el pentacampeón olímpico Mijaín López a la terminal 1 del Aeropuerto Internacional José Martí, lo esperaban sus hijos Mijail, que ya le sigue los pasos en la lucha, y Naya, de solo nueve años, a quien le colgó su medalla.

También recibió el abrazo de su hermano Michel López, exboxeador y bronce olímpico en Atenas 2004. El encuentro con su “Mamita”, esa Leonor Núñez de la que ha heredado tanto carácter, había ocurrido minutos antes, en la terminal 3. Pero aún continuaban las intensas muestras de cariño, que solo sabe dar una madre; por ella y por Bartolo, que siempre guiará al ídolo de Herradura.

Mijaín llegó como parte del último grupo de la delegación cubana asistente a los Juegos Olímpicos de París 2024. La Habana, orgullosa, les dio la bienvenida a sus campeones, entre ellos, los medallistas de bronce: Yarisleidis Cirilo, de canotaje; Luis Alberto Orta, Milaymis Marín Potrillé y Gabriel Rosillo, de lucha; Arlen López, de boxeo, y Rafael Alba, de taekwondo. Igualmente, a Yusneilys Guzmán (plata en lucha libre) y Erislandy Álvarez (oro en el boxeo de los 63.5 kg).

En minutos comenzó el recibimiento con la presencia del primer secretario del partido y presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el miembro del Buró Político y presidente de la Asamblea Nacional Esteban Lazo Hernández, y Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido.

El monarca olímpico de boxeo Erislandy Álvarez habló en nombre de la delegación cubana a los Juegos: “Muchas razones convierten esta llegada en un momento especial para nosotros. La más importante es hacerlo a pocas horas del 98 aniversario del natalicio del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, a cuyo liderazgo debemos el nacimiento y consolidación de nuestro sistema deportivo.

“Igualmente, nos enorgullece sentirnos encabezados por ese grande de la competición, que es Mijaín López. Agradecemos las muestras de cariño y respeto que recibimos en cada competencia. De nuestra parte, nunca faltará el arrojo para responder a ese sentimiento y, con esa convicción, enfrentaremos las batallas futuras”, aseguró el púgil cienfueguero.

Las palabras centrales y de bienvenida estuvieron a cargo de Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro de la República, quien recordó algunas de las actuaciones de los cubanos en la cita multideportiva, teniendo en el difícil contexto económico que vive hoy la Revolución.

“Con los abrazos abiertos los recibimos. Ustedes, regresan a Cuba con la satisfacción de haber competido con dignidad y apego a los valores de nuestro deporte, inspirado en el legado del Comandante en Jefe, Fidel Castro.

“Fuimos a París con una delegación más pequeña que en los Juegos Olímpicos anteriores, integrada por 61 atletas, de 16 deportes, que participaron en 53 de las 329 pruebas convocadas. Se lograron dos medallas de oro, una de plata y seis de bronce, ubicándonos en el lugar 32 por países.

“Entre los países latinoamericanos ocupamos la segunda posición. La trascendental victoria de Mijaín López nos permitió compartir un momento histórico con su llegada a cinco títulos en estos escenarios. La repercusión de esta epopeya estuvo plasmada en los medios de prensa más importantes del mundo. El pentacampeón puso el nombre de Cuba en lo más alto del olimpismo- con esta extraordinaria proeza- fruto de su dedicación, honor y compromiso”, recalcó Perdomo Di-Lella.

Amenizaron la velada las actuaciones de Christopher Simpson, autor e intérprete de la canción Tiempo de Vencer, y de David Blanco, con su versión personal del Punto Cubano, de Celina González.

Posteriormente, fue realizado un recorrido por toda la avenida Rancho Boyeros, de la capital, que concluyó en La Piragua.

Tomado de Cubadebate

           

 

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