Que al cierre de septiembre, la provincia de Ciego de Ávila solo contara con 240 nuevas viviendas, de las 670 esperadas para 2024, confirmó la sospecha de que esta vez tampoco alcanzaremos lo proyectado, y que el escaso 35,8 por ciento de cumplimiento del plan, a la altura del noveno mes del año, inevitablemente nos sabe a poco.
La duda transmutó en certeza el pasado primero de noviembre, cuando en la sesión extraordinaria del Consejo Provincial se estimó que el plan cerrará el 2024 al 55 por ciento de cumplimiento.
No obstante, incluso llegar a la mitad del compromiso anual parece una meta demasiado optimista, si tenemos en cuenta que, para lograrla, se necesita duplicar el ritmo constructivo y cruzar los dedos para que ningún inconveniente retrase este empeño.
Con el objetivo de agilizar la terminación de viviendas, la máxima instancia de gobierno en la provincia orientó aprovechar la actual disponibilidad de elementos de pared, sanitarios e hidráulicos, y también incorporar al plan obras con secuencia constructiva avanzada.
Asimismo, insistió en dar seguimiento al desarrollo del plan de viviendas del polo productivo de La Cuba, en el municipio de Baraguá, lo que contribuirá a estabilizar la fuerza de trabajo en esta importante empresa agropecuaria.
Igualmente, se encargó a las autoridades de Ordenamiento Territorial y Urbanismo la identificación de locales estatales que puedan ser convertidos en viviendas, para su incorporación al plan.
Meses atrás, la Dirección Provincial de Vivienda ya había facilitado a Invasor datos que apuntaban a este desenlace. Por ejemplo, que al cierre de mayo solo 145 hogares (el 21,6 por ciento del plan) habían sido levantados, una situación que ya entonces ponía en jaque el cumplimiento de los compromisos asumidos para 2024.
Los principales obstáculos que enfrenta el territorio están relacionados con la carencia de cemento y acero, el déficit de financiamiento a las viviendas subsidiadas y la todavía escasa producción local de materiales de la construcción.
Actualmente el fondo habitacional de Ciego de Ávila muestra un déficit de alrededor de 35 000 viviendas. A este ritmo, se necesitarán casi 40 años para satisfacer toda la demanda; y eso, suponiendo que en las próximas cuatro décadas los ciclones y el deterioro constructivo no derrumben una sola casa.
Tomado de Invasor