Bajo la premisa de que en Cuba la Salud es primordial, el personal médico, junto al resto del colectivo del Hogar Materno del municipio avileño de Majagua, labora incansablemente en aras de garantizar los cuidados necesarios a las embarazadas.
En lo que va de año, cada parámetro alcanzado, es el resultado del trabajo exhaustivo de médicos y enfermeras, quienes buscan mejorar la eficacia del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), en el territorio.
La consagración, entrega y desvelo constituyen factores determinantes para que la institución, exhiba hasta la fecha, el índice ocupacional por encima de los 90; y cerrara el año 2023 con ceros los indicadores de bajo peso al nacer, muertes maternas y la mortalidad infantil.
A estos resultados contribuyen, también, la labor de un equipo multidisciplinario integrado por especialistas de genética, psicología, estomatología, pediatría, clínicos y de trabajo social, que proporciona una mejor calidad de vida a las pacientes.
La doctora Wilda Pérez Reina, especialista en Medicina General Integral, labora desde hace 4 años en el hogar materno majagüense, al cual considera como su casa. Allí, controla el estado de salud de las futuras madres, y les imparte charlas educativas sobre el parto, post-parto y la maternidad.
Con gran sentido de pertenencia, la doctora reconoce que han aprovechado al máximo las 14 camas que posee la institución, en aras de mejorar la salud de las gestantes y así poder atender los riesgos obstétricos que presentan.
«Esto nos ha posibilitado que no hayan niños bajo peso, que no nazca un niño pretérmino, que no muera ninguna embarazada, ningún infante; y esos objetivos lo hemos logrado».
Pérez Reina, destacó la eficacia del trabajo intersectorial que se desarrolla en el centro desde hace más de un año.
«Aquí vienen los muchachos de Cultura con sus múltiples manifestaciones, el Inder, la Librería, la Universidad Municipal, los muchachos de informática; y todas las actividades ayudan a que las embarazadas no solo aprendan algo nuevo, sino que se disocien un tanto de sus preocupaciones, y se relajen.»
Asimismo, se refirió al sentido de pertenencia del colectivo del hogar, quienes están atentos a las necesidades de las pacientes.
Agregó, que la alimentación de las ingresadas se realiza, también, con el apoyo de los campesinos de las diferentes Cooperativas de Créditos y Servicios del territorio, las UBPC, los trabajadores por cuenta propia (TCP), quienes efectúan donaciones desde viandas, hortalizas, productos cárnicos, lácteos, y otros.
Aún con estos logros de los protagonistas del PAMI y de la institución se sigue trabajando para conservar esa conquista alcanzada a base de sacrificios, conocimientos, experiencia y sobre todo con mucho amor.