La festividad de los Bandos Azul y Rojo en el municipio avileño de Majagua convoca cada año a miles de seguidores dentro y fuera del territorio.

En esta edición el evento, que marca la vida cultural de los majagüenses, resaltó las manifestaciones más autóctonas del campesinado cubano, en el que no faltó el canto, la décima y la controversia muestras de las raíces campestres.

La música, interpretada por artistas foráneos, del patio y del elenco del programa televisivo Palmas y Cañas, fue el ingrediente principal de la celebración, a la cual se unieron otras manifestaciones del arte como la danza, la lírica y la literatura muestra de nuestra identidad nacional.

Momento de singular importancia fue el homenaje y reconocimiento por la Dirección Municipal de Cultura y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno del territorio a dos figuras majagüenses consagradas a la promoción de las raíces más genuinas del poblado. Por el bando Rojo se homenajeó a Lubia Ulloa Trujillo y por el Azul a Severino Wilson Wilson, quienes fueron fieles defensores de sus bandos hasta el último minuto de sus vidas.

Como colofón de la festividad estuvo la salida de las dos comparsas, donde los seguidores de Doña Joaquina y Don Pepe mostraron en el escenario lo mejor de la cultura popular y tradicional.

Bajo los títulos: «El agua de Coco» y «El son de la muñequita» el bando Rojo presentó su baile de rescate, mientras que, el Azul protagonizó «La escoba de palma».

Ambos bandos mostraron un espectáculo de tradición renovada con la frescura del campesinado de estos tiempos donde escenificaron las cinco décadas de matrimonio de Doña Joaquina y su esposo Don Pancho, y el cumpleaños 70 de Pepe Majagua.

Y aunque los seguidores del Azul ganaron 98 puntos por 88 a los defensores del rojo, en esta edición quedó demostrado que la festividad campesina mantiene hoy más que nunca su vitalidad, cubanía y sabor.

 

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