Como colofón de la festividad estuvo la salida de los Bandos, donde sus seguidores, tanto azules como rojos, llevaron al escenario los encantos del arte campesino local.

La festividad de los Bandos Azul y Rojo en el municipio de Majagua convoca cada año a miles de seguidores dentro y fuera del territorio.

En esta edición el evento, que marca la vida cultural de los majagüenses, resaltó las manifestaciones más autóctonas del campesinado cubano, en el que no faltó el canto, la décima y la controversia muestras de nuestras raíces campestres.

Como colofón de la festividad estuvo la salida de los Bandos, donde los seguidores de Doña Joaquina y Don Pepe mostraron en el escenario lo mejor de la cultura popular y tradicional.

Luego de su habitual recorrido por las calles del poblado, tanto rojos como azules, revivieron al compás de la música los ritmos guajiros que, pasados de generación en generación, mantienen en este pueblo su auténtica cubanía y sabor.

Ambas comparsas arrastraron consigo a la mechedumbre para regalarles, luego de tres años sin competencia, un espectáculo de tradición renovada en la frescura del campesinado de estos tiempos.

Bajo el título Las lavanderas del río, el Azul presentó su baile de rescate, mientras que, el rojo protagonizó El baile del pilón de maíz y La broma del ciguapo.

Y aunque los seguidores de Don Pepe ganaron 89 puntos por 85 a los defensores del rojo, en esta edición quedó demostrado que la festividad campesina de los bandos Azul y Rojo mantiene su vitalidad desde finales de los años 20 del pasado siglo, y es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.

Palabras claves: Majagua, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, Bandos Azul y Rojo, cultura popular, campesino.

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