persecución. Hoy, a los 78 años -es ocho años mayor que Cristina- regresó a la presidencia de Brasil.
En ninguno de los expedientes que afronta la vicepresidenta hay pedidos de detención ni prisiones preventivas de ninguna naturaleza. Es evidente que CFK siempre estuvo a derecho, que no existe peligro de fuga y no hay ninguna razón para restringirle la libertad.
No obstante, como en el caso de Lula, no se puede descartar que algún fiscal o juez se despache intentando coronar la persecución política. En todo caso, fue Cristina misma la que tomó la decisión de quedarse sin fueros y confrontar con la alianza política-mediática-judicial, idéntica a la que hubo detrás del encarcelamiento de Lula.
Es un partido desigual, pero CFK resolvió afrontarlo.
(Tomado de Página 12)