A dos días del silencio electoral en Ecuador, los aspirantes a la presidencia realizan desde hoy pequeños actos para el cierre de campaña que tendrá lugar mañana.
Los postulantes a la jefatura del Ejecutivo retomaron su calendario de campaña, detenido tras el asesinato del candidato Fernando Villavicencio al salir de un mitin el pasado 9 de agosto.
Mientras Christian Zurita, quien sustituye a Villavicencio por el movimiento Construye, espera la calificación de su candidatura por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), Jan Topic presentó en una rueda de prensa el equipamiento que piensa darle a los policías para combatir la inseguridad.
Por su parte, el candidato Otto Sonnenholzner, encabezó un encuentro con jóvenes en un parque de la ciudad de Guayaquil, en la provincia de Guayas después de conceder entrevistas a medios de comunicación.
Asimismo, el empresario Daniel Noboa realizó este lunes una caravana por las provincias andinas de Chimborazo, Tungurahua y en la costera de Guayas, entre tanto Xavier Hervas ofreció entrevistas a medios de prensa en esta capital.
La candidata por el movimiento Revolución Ciudadana (RC), Luisa González, anunció el gran cierre de su campaña para este miércoles en un acto bajo el lema «Todos con el Binomio del Triunfo». De igual manera, el ambientalista Yaku Pérez cerrará sus actividades mañana en el centro de Quito.
Este viernes a las 00:00 (hora local) iniciará el silencio electoral hasta el domingo 20, cuando más de 13.4 millones de ecuatorianos decidirán el futuro del país a través de las urnas.
Durante el silencio o veda electoral, los candidatos y movimientos políticos no están autorizados a realizar proselitismo ni propaganda sobre su partido.
El artículo 123 de la Constitución ecuatoriana contempla que durante el día de las elecciones, 36 horas antes y 12 horas después no se permite tampoco la distribución o consumo bebidas alcohólicas.
Los ganadores en los comicios completarán el periodo 2021-2025, interrumpido en mayo pasado por el presidente, Guillermo Lasso, al invocar el mecanismo constitucional de la muerte cruzada con el que disolvió la Asamblea Nacional, cuando se desarrollaba un juicio político en su contra.