La noche inaugural del XV Todo X el Arte prometía y no solo apagón y lluvia, sino, desfile de canciones y entrega total a un público que el propio Adrián Berazaín elogió más de una vez. Todo ocurrió en el complejo cultural Café Barquito, de la Casa del Joven Creador avileña.
Apenas terminaba la primera canción y empezaba la segunda, el corte del fluido eléctrico no consiguió que su voz y guitarra enmudecieran. Todo lo contrario. Nunca fue más nítida su dicción ni tan brillante su técnica guitarrística. Hasta se puso de pie y entonó la archiconocida Cuando se vaya la luz mi negra, del compatriota Frank Delgado, que todos corearon a gritos.
“¿Qué sería de los artistas sin los apagones? Qué aburrido sería. No hiciéramos tantas canciones”, dijo mientras iniciaba Por encima de lo conocido, que el público coreó y aplaudió a gusto.
Y cuando se restableció, de manera alternativa, la electricidad, Adrián agradeció la invitación a inaugurar este evento quinceañero que no conocía, pero que siendo de Ciego de Ávila, no podía dejar de asistir, “muy contento de estar en este lugar una vez más y celebrar los 38 de la Asociación Hermanos Saíz y los 15 de este Todo X el Arte”.
Había iniciado aquella cita con una de sus canciones bastante conocidas, Sentimientos con instintos, de su segundo álbum del 2014, Si te hago canción. Y fue como volver a esa parte del pasado donde los amigos y buena parte de la familia aún estaban ahí, al alcance de la mano y las cosas en el plano social, económico, funcionaban de una manera más práctica y elegante.
De ahí que las canciones de Adrián tuviesen un color más almibarado y no resultaran tan contestatarias como pretendían otras generaciones de cantautores.
Pero ya desde esta apertura, el público iba sintonizándose desde el acomodo con el buen café, los servicios gastronómicos, y la belleza del calor y del lugar.
Le siguieron temas de su más reciente disco, Julián, “se impone cantar temas de mi más reciente disco. Nace con mi primer hijo. Dedicado a su madre, Camila, y a todas las Camilas que andan por ahí, que tuvo la virtud de traerme a Julián”.
Aunque es el álbum menos escuchado por lo novedoso que aún resulta por estos predios, la gente lo tatareó bastante, dando señales de que algunas canciones ya conocía del mismo.
Fue el regreso de un período triste de la Cuba actual, y estrenado el 3 de marzo del 2023. Tiene de amor y de odio hacia lo mal hecho (Libertad); tiene de locura y de rock (El friki); más de alma y soledad; tiene de angustias y de esperanza (Promesa), también, porque la esperanza es una de las cuerdas de la guitarra, la más tensa, la más débil, pero imprescindible.
De ahí que esas canciones, en una ciudad tan de tránsito como Ciego de Ávila, que ha mudado de piel y se colmado de otra manera de vivir, le dan otro color.
Y el público se fue identificando con cada asunto tocado en las letras, como Río cruzado, Por encima de lo conocido, que se hizo acompañar de la armónica, la cual le brinda una candidez y frescura muy apegadas al color y sabor de la tierra mojada de los ríos.
José Martí fue como el invitado especial de la noche. Apenas hubo canciones donde no estuviera esbozado, parafraseado, homenajeado; pues la obra y vida del Apóstol cubano ha marcado tanto la manera de pensar como de actuar de Adrián. Y sus letras tienen, incluso, la sintaxis, el empleo de recursos poéticos del propio Martí, y a modo de guiño literario.
Ya por el minuto 50 y tanto del concierto, el cantautor comenzó a interpretar canciones de Pablo Milanés, Joaquín Sabina, Carlos Varela, quizás con el deseo de afianzar su lugar en el regusto de la gente. Y los coros crecieron y los aplausos se hicieron más intensos. Sobre todo cuando cantó Ojalá, de Silvio Rodríguez, y cada cuadro en la pared, cada taza de café o bebida refrescante, vibraron y como que comenzaron a tener vida propia.
Adrián Berazaín agradeció, en los finales del encuentro, a Alejandro Quiñones, presidente de la célula provincial de la AHS, por la invitación a este concierto, y a todo el público presente que de verdad “me ha acogido como uno más”.
Tomado de Invasor