Los niños en la Franja de Gaza que no mueren por las bombas israelíes corren el riesgo de fallecer por hambre, enfermedades y deshidratación, denunció hoy Alexandra Saieh, de la ONG «Save the Children».

La situación es catastrófica, los civiles, en especial los menores de edad, pagan el precio más alto de la violencia en curso, criticó la activista en una entrevista con una televisora árabe.

Hace una semana advertirnos que el número total de niños asesinados en solo unas pocas semanas en Gaza es mayor que la cifra anual en todos los conflictos combinados desde 2019, subrayó.

Saieh advirtió que otros mil están reportados como desaparecidos en ese enclave costero y se supone que están enterrados bajo los escombros, por lo cual, el número de decesos puede ser mucho mayor.

Si no logramos un alto el fuego inmediato, la situación empeorará aún más, aseguró.

Días atrás, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Chaterine Russell, afirmó estar horrorizada por la situación en ese territorio y llamó a un cese de las hostilidades.

“Nada justifica el asesinato, la mutilación o el secuestro de niños y niñas, unos actos que constituyen una grave violación de los derechos que Unicef condena sin reservas”, afirmó Russell.

«También me preocupan profundamente las medidas para poner fin a los suministros de electricidad e impedir la entrada de alimentos, combustible y agua en la Franja de Gaza, decisiones que pueden poner en peligro la vida de muchos menores», indicó en alusión al bloqueo impuesto por Israel.

(Prensa Latina)

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