Una jueza federal del sur de la Florida ordenó a cuatro líneas de cruceros basadas en ese estado, y que incluyeron a Cuba en sus itinerarios, pagar más de $400 millones por supuestos daños a la empresa estadounidense que tenía la concesión para explotar algunos de los muelles del puerto de La Habana antes del triunfo de la Revolución y que fue legalmente expropiada en el proceso de nacionalizaciones de 1960.

La decisión de la jueza federal de distrito Beth Bloom el viernes se basa en el Título III de la infame Ley Helms-Burton, que codificó las medidas de bloqueo económico contra Cuba y puso en manos del Congreso esa criminal política contra el pueblo cubano. Aunque la Ley está vigente desde 1996, la aplicación de su Título III fue suspendida por todos los presidentes desde que Bill Clinton la firmó hasta que Donald Trump asumió el cargo. Rompiendo con la tradición, Trump la activó en 2019, abriendo la puerta a docenas de demandas.

Las cuatro líneas de cruceros (Carnival, MSC SA, Royal Caribbean y Norwegian), que están registradas fuera de Estados Unidos pero mantienen su lugar principal de negocios en la Florida, tendrían que pagar a Havana Docks US $ 439,217,424.51 más US $ 11,707,484.31 en honorarios legales, según el fallo.

La jueza ordenó a cada compañía que pagara el monto del reclamo de propiedad original más décadas de interés simple, ascendentes a unos 110 millones de dólares y casi 3 millones en gastos legales. Pero el número final es aún mayor porque la Helms-Burton, permite que el tribunal triplique el monto de las indemnizaciones otorgadas.

“Se han establecido los delitos de los demandados en estos casos, y el Tribunal determinó que los demandados obtuvieron cantidades significativas de ingresos, de cientos de millones de dólares cada uno, de sus actividades ilícitas de tráfico y en detrimento del demandante”, escribió la jueza. “Una indemnización menor, como sugieren los Demandados, no tendría un propósito disuasorio efectivo, ya que una indemnización menor posiblemente podría considerarse simplemente un costo de hacer negocios”.

Las compañías de cruceros se presume que apelarán la sentencia de la jueza de distrito. Una portavoz de Carnival le dijo a un medio de Miami que la compañía no cree que sus acciones hayan sido incorrectas. “Carnival Corporation participó en viajes legales explícitamente autorizados, autorizados y alentados por el gobierno de los Estados Unidos”, dijo Jody Venturoni. “Estamos totalmente en desacuerdo tanto con el fallo como con la sentencia, y planeamos apelar estas decisiones”.

Recordemos que las compañías estadounidenses confiscadas por la Revolución a comienzos de la década de 1960, rechazaron, por imposición del entonces Gobierno de EEUU, el ofrecimiento del Gobierno Revolucionario cubano de alcanzar un acuerdo de indemnización, ya que la Casa Blanca apostó por la vía militar y paramilitar, la invasión armada y el bloqueo total a la Isla. Hoy, aquel ofrecimiento de La Habana sigue en pie: una verdadera negociación que incluya indemnizaciones por aquellas propiedades nacionalizadas y por los daños a la economía cubana tras más de 60 años de bloqueo al país.

Analistas ven el fallo de este 30 de diciembre como un estímulo para las demandas contra las selectas compañías estadounidenses que han sido autorizadas a tener restringidos negocios con Cuba y como una advertencia a compañías de terceros países que desean invertir o tener negocios con Cuba.

El bloqueo estadounidense contra Cuba ha sido condenado en 30 ocasiones por la comunidad internacional en la Asamblea General de Naciones Unidas. Las naciones de la Unión Europea y otros países se han dotado de leyes antídotos contra la Helms-Burton.

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