El expresidente de Estados Unidos Donald Trump regresó hoy a New Hampshire para un mitin de campaña en el cual adelantó parte de su agenda antiinmigrante si resultara electo en 2024.

Lleno de problemas legales y aun así puntero entre los candidatos del Partido Republicano a la nominación presidencial, Trump pronosticó detenciones a gran escala de inmigrantes indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos y que serían trasladados a campamentos hasta su expulsión del país.

Los planes de Trump, según medios locales, restringirían de forma drástica la inmigración tanto legal como ilegal, lo que indica que sus políticas en este campo durante su anterior mandato (2017-2021) serían reforzadas.

En un mitin en Florida el miércoles, Trump prometió llevar a cabo “la mayor operación de deportación interna en la historia de Estados Unidos” y afirmó que los delincuentes estaban cruzando la frontera sur.

Además, advirtió que “gente joven y fuerte que tenía malas intenciones” también formaba partes de esos arribos de migrantes irregulares.

Ahora se comprometió en New Hampshire a firmar una orden ejecutiva el primer día de un posible segundo mandato, con lo que dejaría de financiar la provisión de refugio y transporte para inmigrantes indocumentados.

También dijo que redirigiría una parte de los ahorros hacia el “refugio y tratamiento para nuestros propios veteranos sin hogar”.

Al propio tiempo hizo alegaciones sin pruebas sobre el presidente Joe Biden, quien, según el exgobernante, gastó más de un millón de dólares para alojar a inmigrantes indocumentados en “algunos de los hoteles más lujosos del país”.

En su periodo en el Despacho Oval, Trump dependió mucho de las órdenes ejecutivas para tatar de impulsar sus políticas sobre migración, lo cual podría repetirse en un eventual segundo tiempo en la mansión ejecutiva a partir de enero de 2025.

La parada del sábado en Claremont es parte del enfoque de la campaña del magnate hacia el sur de ese estado que es rico en votantes, luego de visitar el norte de New Hampshire el mes pasado.

Para sus asesores ganar Iowa y New Hampshire efectivamente obligaría a sus oponentes a abandonar las primarias y a los donantes a unirse a Trump.

New Hampshire también es un estado clave para los rivales del exjefe de la Casa Blanca que intentan despegar en sus carreras en dirección a la avenida Pensilvania en esta capital.

Incluso los exgobernadores Nikki Haley, de Carolina del Sur, y Chris Christie, de Nueva Jersey, que compiten por la nominación republicana, estiman que el camino de un verdadero desafío a Trump pasa por New Hampshire.

(Con información de Prensa Latina)

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