El proyecto de resolución, titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”, será puesto a consideración de la Asamblea General de Naciones Unidas, el 1 y 2 de noviembre. En esta ocasión, dos de los poquísimos países que han apoyado a Estados Unidos en ese crimen que es el bloqueo, Israel y Ucrania, se ven envueltos en terribles y amenazadores conflictos, en gran parte como resultado de seguir las políticas agresivas de EE.UU. en su insensata apuesta por eternizar un imposible mundo “unipolar”.

Al presentar el documento a ser votado en la ONU durante una conferencia de prensa el 20 de octubre en La Habana, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó de genocida a ese cerco maligno que sufre Cuba, y denunció las pérdidas que provoca a la isla, las cuales superan el billón de dólares. Asimismo, precisó que los perjuicios causados por la medida implican una afectación de más 405 millones mensuales y un millón de dólares cada dos horas. El producto interno bruto de Cuba pudo haber crecido durante el ejercicio del 2022 en alrededor de un 9%, de no ser por la política de sanciones estadounidense. Si calculamos los daños del perjuicio del bloqueo en estos 60 años, a partir del valor de oro, alcanzan un billón 337 mil millones de dólares, cifra inconmensurable para cualquier economía del mundo, dijo el canciller.

El bloqueo contra Cuba tiene un impacto letal con daños económicos directos e indirectos y busca privar al país de los ingresos financieros que resultan indispensables para adquirir alimentos, tecnologías, suministros, además provoca pérdidas al turismo, apuntó. En el contexto de esa política, el Gobierno estadounidense aplicó, entre enero del 2021 y febrero del 2023, 909 acciones discriminatorias de cancelación de contratos y servicios por bancos extranjeros. Durante el momento más crítico de la pandemia de la covid-19 en la isla, el gobierno estadounidense recrudeció el cerco económico, comercial y financiero, acción que el máximo representante de la diplomacia cubana calificó de acto cruel y genocida.

Los propósitos de esos ataques, sabotajes terroristas y del prolongado bloqueo que se aplica de manera extraterritorial contra la soberanía de terceros Estados, compañías y ciudadanos de otros países, son agudizar la escasez de alimentos y las carencias materiales, la interrupción de los servicios públicos para sembrar el desaliento, responsabilizar y denigrar a la Revolución culpándola de ineficiente en el manejo de los recursos y el modesto o no crecimiento de la economía, recrudecidos estos efectos por la exacerbación del bloqueo desde el inicio de la pandemia de covid-19.

Aunque en las redes sociales los enemigos de Cuba pretendan encubrir esta realidad, el bloqueo económico, comercial y financiero es el principal obstáculo al desarrollo de la economía cubana y para el pleno disfrute de los derechos humanos del pueblo de Cuba, donde nadie escapa de sus terribles efectos. Y es, de hecho, un acto consumado de genocidio.

Los daños ocasionados por el bloqueo se han contabilizado en más de un billón 337 mil millones de dólares. Foto: Archivo.

Aspecto central del bloqueo es, sobre todo, la violación a los derechos humanos del pueblo cubano, derechos que son violados sistemáticamente desde hace más de seis décadas por el Gobierno de EE.UU., constituyéndose en un caso de genocidio permanente. La convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio establece que genocidio es un delito de derecho internacional que se define por su intencionalidad de “destruir total o parcialmente a un grupo nacional…”.

El bloqueo, sin embargo, va más allá, pues se ha convertido en un conjunto de leyes y decretos presidenciales de la nación estadounidense aplicados extraterritorialmente, es decir, leyes de un Estado que aplica a cualquiera de los Estados del mundo cuando lo considera conveniente, rompiendo el sistema de derecho internacional.

El bloqueo no solo afecta a otros gobiernos o empresas que negocien con Cuba, a organismos científicos o de cooperación, sino que afecta la aplicación de la misma Constitución de EE.UU. y los derechos de los ciudadanos estadounidenses, pues las leyes anteriores les prohíben viajar a Cuba por razones turísticas, tampoco pueden hacerlo fácilmente por razones científicas, de estudio o de colaboración con los científicos o con los artistas cubanos. En caso de que ese ciudadano o ciudadana quiera establecer algún negocio, tampoco puede hacerlo con Cuba, de tal manera que el bloqueo es una enorme violación de los derechos humanos de los estadounidenses.

Un aspecto esencial que hay que tomar en cuenta es el sufrimiento inmenso del pueblo cubano: mujeres, hombres, niños, adultos mayores, personas con alguna discapacidad, se han visto afectadas a lo largo de los últimos 61 años, en su acceso a bienes materiales que afectan la calidad y cantidad de la alimentación, el equipamiento médico, educativo, científico. Muchos cubanos han sido víctimas de las acciones terroristas financiadas y organizadas desde Estados Unidos a partir del mismo día del triunfo de la Revolución. Científicos y artistas calificados y reconocidos por su trayectoria se han visto empujados a abandonar Cuba para poder dar a conocer sus trabajos, aun contra su voluntad.

Los daños ocasionados por el bloqueo se han contabilizado en más de un billón 337 000 millones de dólares. Esta cifra no contabiliza, como no lo puede expresar ninguna cifra, los sufrimientos del pueblo cubano, las pérdidas familiares o personales de carácter físico y moral.

Solidaridad en EEUU para derrotar al bloqueo anticubano

Mijaíl Kokoshek, de origen ucraniano, en la ciudad de Hartford, manifiesta que el bloqueo es la antítesis de los derechos humanos. Foto: José R. Oro.

La solidaridad internacional con la Revolución y la resistencia del heroico pueblo cubano lograrán finalmente derrotar al bloqueo, agudizado a extremos inimaginables por Donald Trump, y mantenido intacto por su sucesor, Joe Biden. Uno de los puntos más importantes de esa lucha es el reconocimiento del carácter genocida del bloqueo anticubano.

En EE.UU. se observa el crecimiento de una fuerte oposición al bloqueo contra Cuba y una de las razones de que esto se produzca es la creciente convicción sobre su naturaleza genocida. Entre las muchas organizaciones que protestan contra el bloqueo y lo identifican como un acto de genocidio contra Cuba están prácticamente todas las que conforman el movimiento progresista y de izquierda de esa nación.

Países como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, México, Rusia, la República Popular China, la República Popular Democrática de Corea, Irán, Siria y muchos otros se preparan para defender a Cuba a capa y espada, mientras que poquísimas delegaciones encabezadas por Estados Unidos tratan de sabotear la resolución, algo que ya intentaron cada año por más de tres décadas.

El clima de hostilidad en las relaciones bilaterales ha estado fuertemente marcado por el incremento de la retórica agresiva del Gobierno estadounidense contra Cuba. Como parte de esta escalada, EE.UU. intentará introducir “enmiendas” al proyecto de resolución contra el bloqueo presentado por Cuba a la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo de estas previsibles maniobras será modificar la naturaleza del texto y fabricar pretextos para la continuidad y el reforzamiento de su política genocida, recurriendo a falsas alegaciones en materia de derechos humanos y cualquier otro invento, a lo que ya nos tienen acostumbrados. A pesar de las fuertes presiones que van a ser ejercidas por EE.UU., la comunidad internacional rechazará sus propuestas, al tiempo que expresará una vez más su apoyo abrumador a la resolución de condena al bloqueo.

El debate de 2023 se va a producir en medio de agravadas tensiones a nivel planetario, las guerras en Ucrania y el Medio Oriente han dividido en buena medida al movimiento progresista y de izquierda en el mundo, pero a pesar de ello Cuba obtendrá otra atronadora victoria. Lo sabemos y allí estaremos como siempre para apoyar la causa de nuestra patria.

Crece el rechazo al bloqueo dentro del pueblo estadounidense. Foto: José R. Oro.

Una de las cosas que hace que el bloqueo cubano sea tan despreciable es su ataque intencional contra civiles, genuina e indisputable característica del genocidio. Busca estrangular a la nación cubana económica, política y socialmente, matando y amenazando la vida de millones de personas. El bloqueo prohíbe a las empresas estadounidenses y sus sucursales extranjeras hacer negocios directamente con Cuba. Sin embargo, este genocidio no se limitó al bloqueo propiamente dicho. Estados Unidos tiene una larga historia de ataques a Cuba mediante la utilización de mercenarios, paramilitares, ataques terroristas y guerra biológica, entre otras agresiones. Pero usamos el término “bloqueo” en una acepción amplia que incluye todas esas acciones hostiles

Cuba se prepara para producir todo lo necesario en su territorio, sustituir importaciones, crear nuevos rubros exportables, fortalecer el turismo internacional y lograr un futuro próspero y sostenible. Pero todo ello está profundamente dificultado por el bloqueo y sus diferentes ramificaciones, incluso psicológicas.

Particularmente salvaje e inhumano ha sido el recrudecimiento del bloqueo durante la pandemia de covid-19, e incluso negar (o calumniar) la ayuda médica de Cuba a muchos países, el desarrollo de las vacunas en Cuba y que hayan sido compartidas con otros países.

Activistas contra el bloqueo del estado de Connecticut fueron en tren hasta Times Square en la ciudad de Nueva York para apoyar a Cuba. Foto: José R. Oro.

Este ha sido una etapa de intensísima actividad para Cuba y su presidente. Primero, la extraordinaria Cumbre del G77 y China, que se efectuó con gran éxito en La Habana, y ahora el segmento de alto nivel en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Muchos jefes de Estado expresaron su demanda del fin del bloqueo anticubano y la salida de nuestro país de la Lista de Países que Patrocinan el Terrorismo, lista espuria a la que Cuba nunca debió pertenecer.

La actividad diplomática y política de Cuba ha sido este año tan fuerte y coordinada como siempre, quizás más. A finales de septiembre, se produjo la visita del presidente cubano a Nueva York, que fue excepcional de muchas formas. En primer lugar, se produjo a los pocos días de efectuarse en La Habana la imponente Cumbre del G–77 y China, hecho que, junto con anterior reunión del Brics en África del Sur, fueron el centro de la atención de política internacional este año (antes de la tragedia en el Medio Oriente) y la evidencia del desmoronamiento del mundo unipolar, que como fuera antes “el Tercer Reich milenario”, es solo una ilógica y desatinada fantasía.

Cuba lucha con las armas de la verdad y la justicia contra el bloqueo. Foto Presidencia de Cuba.

A guisa de unas pocas conclusiones

Surgen muchas preguntas al calificar al bloqueo anticubano como un “genocidio a cámara lenta”, algunas de las cuales son:

¿Cuántos cubanos han muerto, principalmente niños y ancianos, o han visto reducida su vida a causa del bloqueo y las carencias relacionadas con el mismo?

No sabemos una cifra, ni creo pueda saberse con exactitud, pero son muchos más de lo que imaginamos. Sin incluir aquellas personas afectadas por ataques biológicos, dengue u otras afecciones originadas por acciones hostiles.

¿Cuántos compatriotas has emigrado, entre ellos muchas personas valiosas?

No poseo una cifra exacta, pero todos tenemos claro que son cantidades muy significativas, incluyendo profesionales en los cuales el país ha invertido muchos esfuerzos y recursos.

¿Cuántos han dejado de nacer, debido a las carencias relacionadas con el bloqueo, y que no son fáciles de cuantificar, por ejemplo, el déficit de viviendas?

Cuba ocupa el lugar 193, entre 221 países y territorios, con una cifra de entre 1.4 y 1.71 nacimientos (dependiendo de la fuente de datos) por cada mujer. Cualquiera sea la cifra, es sumamente baja. Por ejemplo, la hermana Angola tiene entre 5.1 y 5.3 nacimientos por mujer (que es muy alta, por cierto). El promedio mundial es de 2.3 nacimientos por mujer.

Como consecuencia del punto anterior, se ha producido un envejecimiento de la población cubana, por falta de nacimientos, alta expectativa de vida y el hecho de que muchos de los emigrantes son personas jóvenes, creando un considerable problema en que la población activa disminuye y no puede apoyar suficientemente a los planes de pensiones, atención médica a la tercera edad, etc. Si tomamos en cuenta todo lo anterior, el efecto demográfico y social del bloqueo es tan alto y perjudicial como los económicos.

El bloqueo ha limitado el desarrollo de regiones menos prósperas del país, forzando migraciones internas, el despoblamiento rural y otras distorsiones demográficas que a su vez limitan la producción agrícola, etc. Muchas zonas rurales cubanas han sufrido reducciones de población y, aún más, de potencial fuerza de trabajo.

Es decir, el bloqueo contribuye a un círculo vicioso de problemas, que afectan de manera directa al pueblo de Cuba, en particular a quienes tienen menos recursos.

Podemos responder de forma CLARA y afirmativa la pregunta titular:

Sí, el bloqueo anticubano es un genocidio. No solo eso: ¡es el acto genocida más prolongado de la historia!

No podemos olvidar la historia, como nos proponía hacer el ahora expresidente Barack Obama. Además, la historia no debe ser recordada “selectivamente”, crímenes como “la Reconcentración”, “la masacre de los Independientes de Color” y ahora el salvaje bloqueo no deben ni pueden ser “olvidados” jamás.

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