«Trataremos de dormir tranquilos, con máxima concentración en el juego de mañana. Es mi primer año y no quisiera que la ansiedad nos ponga un traspiés».
Así, aparentemente calmado, pero al propio tiempo sin poder esconder la satisfacción por estar a solo una victoria de ser un mentor ganador en su debut, dijo Dany Miranda, tras poner 3-0, el play off por el título, ante el poderoso y favorito equipo de Las Tunas.
Los Tigres han ganado tres en línea porque se han visto muy superiores en todos los órdenes de juego. Su ofensiva es mucho contacto, con un núcleo –Yordanis Samón, Frederich Cepeda y Denis Laza– capaz de cambiar el juego en un santiamén; su defensa ha sido certera, el out no lo regalan, y el pitcheo, impecable, que ya se sabía que era su arma más poderosa.
«Te dije en el Latinoamericano que este grupo es muy armónico, cada uno cumpliendo con su función. Estoy orgulloso, después de tantos años, de formar parte de él», afirmó Cepeda, ayer de 4-3 (de 14-7 en esta final) y con una carrera endiablada de home a tercera, que aunque terminó en out, merece el aplauso, por la entrega de siempre y por el ejemplo a los noveles jugadores.
Kevin Soto, el lanzador ganador, expresó que sabía que «mi trabajo era hasta el quinto, cumplirlo me llena de satisfacción por el aporte al triunfo».
Del lado tunero, su director Abeicy Pantoja fue tácito. «Muchos piensan que queda un juego, y es verdad que es difícil, pero el play off es a siete, y un Leñador no se rinde hasta el último out, un Leñador muere con el hacha en la mano, pero en el terreno».
Para los dueños del bosque es vital producir. Por ejemplo, su primer y tercer bates, en tres choque tienen tres imparables en 20 veces al bate. Además, entre el segundo y el tercer desafíos son 19 corredores dejados en base, 12 de ellos en posición anotadora.
Admitió que su equipo está improductivo y que para mañana (hoy) está obligado a cambiar la alineación. En ese caso, dijo, podría dársele más responsabilidad en la alineación a Leonel Moas, el mejor hombre al bate de los Leñadores en este momento.
¿Estarías preparado para eso? Le preguntamos a Moas.
«Claro que sí, el profesor Pantoja siempre me ha dado su confianza. Es mi segunda vez con este equipo, y siempre me ha demostrado que es una familia de guerreros. Esto no se ha acabado».
Ayer, además de las cualidades avileñas y la baja ofensiva tunera con hombres en circulación, hay que sumar que la decisión de sacrificar a Osvaldo Abreu, en el tercero; la carrera de Yuiner Rodón, con segunda y tercera ocupadas y roletazo a la inicial, y una defensa que no pudo solucionar dos toques de bola consecutivos, fueron masazos sobre los Leñadores.
En las gradas del Julio Antonio Mella, aún cuando solo faltaba un out, el grito de sí se puede no paraba. Uno de los que lo afirmaba, Disnardo Zaldívar Giro, me dijo, «creo que tu amiga Fefa, de Jobabo, y tú fallaron el pronóstico. Aunque me duela, porque yo sueño en hachazos, me parece que esto no hay quien lo levante».
Zaldívar se refería al pronóstico que publicamos el pasado 19 de mayo, en el cual adelantamos esta final, con los tuneros como ganadores.
Pero la pelota y las hazañas no se escriben en una página de periódico, sino en el terreno, y en este la prisa avileña es sencillamente cautivadora.
Para mañana, Miranda subirá a la lomita a Luis Marrero; Pantoja enviará a Jesús Enrique Pérez.
Como dice Zaldívar, la final de la Liga parece lista para sentencia, pues solo un equipo en la historia de la pelota cubana, Industriales sobre Santiago de Cuba en la 63 Serie Nacional, ha revertido un 0-3, y no fue en finales, sino en semifinales.
Tomado de Granma