El próximo domingo será el debate de candidatos a presidente y una semana después, el balotaje. Con el reloj sobre la mesa, en el comando de campaña oficialista se preparan para dos semanas intensas en las que habrá recorridas del candidato Sergio Massa por las provincias -enfocado en la zona centro del país donde al oficialismo le fue mal-, también por el conurbano bonaerense y el norte grande, dos territorios claves para ganar una elección que, por ahora, cerca de Massa ven «peleada». El ministro-candidato estuvo la semana pasada en Mendoza y en los próximos días visitará Córdoba y posiblemente Santa Fe. Los fines de semana, en tanto, quedarán reservados para la provincia de Buenos Aires. Mientras todo eso ocurre, los equipos de campaña trabajan full time en el búnker de la calle Mitre en la preparación del debate del domingo. Massa se enfocará en ese tema los dos días previos. En el massismo hablan de «nueva etapa» y apuntan a marcar contrastes: «Milei tiene una personalidad inestable y caótica, mientras que Massa representa el diálogo, la seriedad y la firmeza».

El candidato de Unión por la Patria mira un mapa en el que, por color, se pueden observar aquellos distritos en los que al peronismo le fue peor en las elecciones del 22 de octubre. Con esa guía en mente, en el equipo de UxP arman las recorridas. En los últimos días Massa estuvo en Mar del Plata y también en Mendoza. En esa provincia, donde gobierna el radicalismo, Milei sacó el 42,4 por ciento de los votos en las generales. En segundo lugar quedó Patricia Bullrich, con el 25,9; en el tercero Massa con 24; y le siguieron Juan Schiaretti con 4,3 y Myriam Bregman con 3,5. Allí, el viernes Massa compartió un acto con la militancia local e intentó acercarse a los mendocinos no peronistas mediante un discurso centrado en el eje «seguridad». Presentó el programa Ciudades Seguras. Milei tiene previsto también viajará a Mendoza.

Este lunes Massa visitará Córdoba. Allí UxP quedó en cuarto lugar en octubre, con el 13,4 por ciento de los votos. El ganador fue Milei con el 33,6; segundo Schiaretti, con el 29, y tercera Bullrich con el 22,6. El punto clave en ese distrito será convencer a los votantes peronistas de Schiaretti, aunque el candidato no parece acercarse a Massa. El gobernador publicó en sus redes, el viernes pasado, un mensaje en contra del juicio político a la Corte Suprema que impulsa un gran número de gobernadores e incorporó a Massa en sus críticas: «Una vez más quiero hacer público mi categórico rechazo al pretendido juicio político a la Corte Suprema que impulsa el gobierno kirchnerista del ministro Sergio Massa”, dijo.

En el búnker oficialista insisten en que el candidato se dirigirá a los votantes y a sus preocupaciones, y no tanto a buscar «la foto» con dirigentes para conseguir apoyos. Sin embargo, recuerdan que en esa provincia Massa tiene una buena relación con todo el sector vinculado al exgobernador José Manuel de la Sota –ya dijeron que lo acompañarán en el balotaje los diputados del peronismo federal Natalia de la Sota y Alejandro «Topo» Rodríguez– y con diputados como Nadia Fernández, que responde a Schiaretti y ya expresó su preferencia por Massa.

Otro apoyo importante que UP consiguió la semana pasada fue el del Partido Socialista. Eso será clave en provincias como Santa Fe, donde el socialismo tiene un peso muy importante. Allí triunfó en octubre La Libertad Avanza con un 32,5 por ciento. Massa quedó segundo, con un 29,7; Bullrich tercera con el 26,9; Schiaretti cuarto con un 9 por ciento y última Bregman con el 1,9. El candidato oficialista evalúa visitar las tierras gobernadas por Omar Perotti, que perdió en las elecciones provinciales ante Maximiliano Pullaro, de la UCR. El gobernador electo ratificó su «neutralidad» de cara al balotaje y llamó a la “autocrítica” de JxC por no haber cumplido con los objetivos electorales propuestos: “La sociedad nos puso en lugar de oposición”, dijo.

El mensaje central

El eje central de la campaña, según comentan en el oficialismo, es la propuesta de convocatoria a un gobierno de unidad nacional. «La grieta es un freno al crecimiento y desarrollo de la nación. El país perdió mucho con esa discusión y la característica de Sergio de siempre hablar con todos, que parecía un disvalor, ahora se nota lo importante que es», dicen. En esa línea, agregan que «la Argentina tiene una gran oportunidad en los años que vienen, pero no lo puede hacer solo un Presidente, por eso salimos a buscar al que piensa diferente». Y añaden que «para el único que no hay lugar es para el que no quiere».

La idea de estas últimas dos semanas, según comentan desde el comando de campaña, será «mostrar al candidato en el territorio y en diálogo directo con los votantes, para contarles las propuestas del espacio». Adelantan que no habrá grandes actos, como suele hacer el peronismo. De hecho, el miércoles pasado hubo una reunión de la CGT a la que asistió el asesor en comunicación que trabaja en el búnker de calle Mitre, Antoní Gutierrez Rubí. El consultor catalán les dijo a los gremialistas que, al menos hasta que pase el debate del 12 de noviembre, la estrategia es no hacer actos masivos para poder captar «al votante independiente». En el comando de campaña consideran que la elección será peleada y que «no hay que confiarse».

En cuanto a la visión que Massa tiene del trabajo -vinculado a la reunión con la CGT-, los voceros de la campaña insisten con que «Massa planteó que quiere ser el presidente de los trabajadores y es coherente porque, como ministro, materializó la quita del Impuesto a las Ganancias». Aseguran que «el trabajo va a estar en el centro de su gestión mientras que del otro lado quieren demoler las organizaciones sindicales». «Ellos proponen demoler los convenios colectivos y el artículo 14 bis de la Constitución, nosotros mejorar el ingreso mediante las paritarias y llegar al fifty-fifty», remarcan.

Cara a cara

Los equipos técnicos y políticos encabezados por el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y el responsable en comunicación del Ministerio de Economía, Santiago García Vázquez, ya están trabajando eje por eje en los temas del debate. Hay una apuesta fuerte para ese día por parte del oficialismo. «Es clave el mano a mano y queremos sacarle el jugo para explicar las propuestas», dicen quienes forman parte de las reuniones en UxP. Recuerdan que en promedio el rating de los debates fue de 45 puntos y, en esa línea, consideran que será un momento «clave», en el que tendrán a muchos votantes prestando atención. «Hay que demostrar seriedad y marcar contraste con Milei», añaden.

Esta vez el debate durará casi dos horas y los ejes serán: Economía; Relaciones de Argentina con mundo; Educación y Salud; Producción y trabajo; Seguridad; Derechos Humanos y convivencia democrática. Cada uno durará doce minutos.

Si bien nuevamente habrá atriles, esta vez los candidatos tendrán libertad -cuando les toque hablar- para caminar en una zona delimitada definida por luces led en el piso. Según indica el reglamento que publicó la CNE, los candidatos no podrán tener ningún tipo de dispositivo electrónico durante el debate, ni ningún material u otro elemento físico para leer o ser expuesto. Algo que molestó a los libertarios que en las reuniones previas pedían que Milei pueda leer.

El sábado, previo al debate, se realizará un ensayo general del que participarán los candidatos. Cada uno podrá invitar el domingo hasta diez personas, que podrán acceder a un espacio exclusivo asignado al candidato. Cinco de ellos tendrán ubicaciones disponibles dentro del salón, y hasta 40 personas podrán ingresar como invitados de cada uno a presenciar el debate.

(Tomado de Página 12)

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