Es la mujer la más fuerte inspiración por su valía y dedicación. Ana Delia Díaz Rodríguez es ejemplo a seguir.

«Empecé mi vida laboral por un proyecto de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) un 9 de diciembre de 1972», refiere Ana Delia.  «Comencé a trabajar por la industria azucarera  y desde ese tiempo me mantengo, fui delegada al Noveno Congreso de la FMC, después por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) fui a un evento en el tercer encuentro Cuba-URSS, en ese entonces era mecánico moledora aquí en la industria y a partir de ahí me he mantenido laborando en todas las áreas de la fábrica lo mismo de ayudante que de auxiliar y de lo que haga falta porque estoy preparada para eso»

Al referirse a la superación después de jubilada dijo «En la cátedra del adulto mayor hice un curso de medio ambiente, llevo 53 años en estas labores jubilada y reincorporada»

En la entrevista a Ana Delia Díaz Rodríguez no faltó su consideración del trabajo de las jóvenes incorporadas en estas tareas «En mi área hay tres jóvenes trabajando y ayer fue un día que me preguntaron ¿Tía qué hace usted aquí? «Yo hago de todo, ustedes ven la edad que tienen, pues cuando yo empecé me faltaba una semana para cumplir 18 años y me incorporé en todas las labores lo mismo de mecánico que de ayudante, así que aprendan para que el día de mañana sean mujeres de bien, que la Revolución les da una bella oportunidad para que ustedes puedan seguir adelante»

Desde su experiencia expresa «En la industria no hay ninguna diferencia entre la mujer y el hombre, tenemos el mismo derecho que ellos a ocupar un puesto, siempre y cuando tengamos la voluntad y la fuerza para realizarlo»

Hay en la mujer cubana la fuerza suficiente para romper barreras y derribar obstáculos, así es Ana Delia Díaz Rodríguez que a sus más de 8 décadas de vida aún aporta su granito de arena a la sociedad.

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