En la Unidad Empresarial de Base (UEB) Frutales Ceballos, específicamente en la UEB Vivero Frutales, un colectivo laboral mayoritariamente femenino, bautizado como «Mariana Grajales», se ha convertido en un ejemplo de esfuerzo, dedicación e innovación en la producción agrícola.
Con manos expertas y un profundo amor por la tierra, este grupo de mujeres ha logrado producir 97 mil posturas de guayaba de la variedad enana roja, una cifra que refleja su compromiso y eficiencia.
Más allá de la guayaba, el colectivo «Mariana Grajales» ha incursionado con éxito en la diversificación de sus producciones, incorporando cultivos como Sacha Inchi, pitahaya, sábila, moras y piña. En cada uno de estos proyectos, la aplicación de la ciencia y la innovación ha sido fundamental, especialmente en un contexto donde los recursos e insumos escasean.
«Ante la falta de recursos, nosotras no nos detenemos», comenta, Unise Herrera Domínguez,jefa de colectivo «Marina Grajales», quien destacó además que buscan soluciones creativas, experimentamos con nuevas técnicas y nos apoyamos en el conocimiento científico para sacar adelante nuestros cultivos».
El colectivo «Mariana Grajales» se distingue por su capacidad para cumplir sus planes de producción con calidad y eficiencia, superando las dificultades y aprovechando al máximo los recursos disponibles. Su trabajo no solo contribuye a la seguridad alimentaria del territorio, sino que también genera empleos y dinamiza la economía local.
La Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) ha sido un aliado fundamental en el éxito del colectivo «Mariana Grajales». El acompañamiento técnico y la capacitación brindada por la ACTAF han permitido a las trabajadoras adquirir nuevos conocimientos y habilidades, que se traducen en una mayor productividad y sostenibilidad de sus cultivos.
«Reconocemos y agradecemos el apoyo de la ACTAF», afirma Yanexy Quiala Falcón «En cada intercambio con ellos, aprendemos algo nuevo y fortalecemos nuestras potencialidades. Su conocimiento y experiencia son fundamentales para seguir avanzando en nuestro trabajo».
El colectivo «Mariana Grajales» de la UEB Frutales Ceballos es un ejemplo inspirador de cómo la dedicación, el esfuerzo, la innovación y la colaboración pueden generar resultados extraordinarios en el sector agrícola. Su trabajo es un orgullo para la provincia y un modelo a seguir para todos aquellos que creen en el potencial de la agricultura cubana.