“La semana pasada junto a un grupo de artistas de Ciego de Ávila formé parte del festival Oralitura Habana, y qué honor para mí ser tenido en cuenta para defender en distintos escenarios mi tradición, mi décima espinela, mi cubanía improvisada”, confiesa Rainer Nodal, uno de los jóvenes talentos que llevó el sello avileño a este IV Encuentro de Improvisación Poética Oralitura Habana 2025.
Siempre para mí en lo personal es un reto mayúsculo asistir a eventos importantes e intentar hacer el mejor trabajo posible, se sabe que la improvisación necesita un entrenamiento constante para que fluya, para que salga con la calidad que merece el que presta su oído.
En el vibrante marco poético y sonoro, la presencia del colectivo avileño fue notable. Además de Rainer Nodal, artistas como Amanda Beatriz Ortega, Reinier Delgado, integrantes del proyecto Décima Cuerda, juntos a Sian Javier Reyes Burgos y Yudiannis Barrera, demostraron que la savia nueva de Ciego de Ávila late con fuerza y autenticidad. Con una motivación por la rica cultura de la tierra devenida desde los genes hasta el determinante familiar, estos repentistas miembros de la AHS y la Uneac, demostraron que lo que bien se enseña, bien se guarda. Su participación en diversas actividades, desde el Decimódromo en Cojímar hasta los intensos choques de improvisadores, dejó claro que la tradición tiene dignos herederos.
La realidad para los repentistas de la provincia, sin embargo, dista de ser ideal. El propio Nodal lo expresa con crudeza: “En Ciego de Ávila no existen peñas campesinas donde lograr ese entrenamiento, más claro, caballero yo no improviso en Ciego, lo hago de evento en evento a donde me invitan, que son los que han salvado a este repentista del silencio”. Esta carencia convierte cada presentación en un desafío doble, donde el talento debe brillar a pesar de la falta de espacios de desarrollo constante.
Precisamente, Oralitura Habana se erigió como ese espacio de salvación y encuentro. El festival, una fiesta multitudinaria que incluyó desde el concierto Canciones con Pimienta de Buena Fe y Alexis Díaz-Pimienta hasta las Descargulias con artistas de siete países, demostró el poder de la décima y la improvisación. Eventos como el Choque de Improvisadores, que una vez más reunió a freestylers y repentistas, celebraron que estos géneros “tienen más en común que en contra”, fomentando un diálogo intergeneracional y moderno.
“Ya no me duele por mí, me duele más por Yudiannis que tiene un talentazo y aquí lo van a desaprovechar. Por eso le doy gracias a Oralitura y a todos los que nos llaman, o nos salvan, que es lo mismo”, reflexiona Nodal, poniendo el foco en las futuras promesas. Sus palabras son un llamado de atención y a la vez, un agradecimiento a proyectos como este, que no solo visibilizan el talento local, sino que le brindan un escenario nacional para crecer y consolidarse.
Con una programación tan diversa como intensa, que incluyó eventos teóricos llenos de público y talleres para niños junto a La colmenita, Oralitura Habana 2025 tejió una red de afectos y poesía. La última foto del festival, como ellos mismos anunciaron, es para enmarcar: la prueba fehaciente de que, gracias al esfuerzo de jóvenes que respetan y revitalizan la tradición, la décima cubana tiene un futuro tan brillante como sus raíces son profundas.
Estos mismos jóvenes avileños son los encargados de hacer posible que desde el proyecto Décima Cuerda, y amparados por la AHS y el sistema de la cultura en el patio, no se pierda una tradición hermosa, robusta, que también es de los jóvenes.
Tomado de Invasor