Identidad, historia, eclepticismo, tradiciones y singularidad distinguen a la ciudad de Ciego de Ávila, una de las urbes cubanas con más riqueza arquitectónica y desde la cual el latir avileño se hace sentir. Estudiantes, historiadores, delegados de la Asamblea Municipal del Poder Popular y la máxima dirección del Partido y el Gobierno en la provincia y el municipio se dieron cita en el sitio fundacional del hato que dio origen a la urbe, para celebrar el aniversario 146 del suceso, motivo de celebración de la semana de la cultura, que dedica homenaje a los 40 años del Museo Provincial de Historia Coronel Simón Reyes Hernández, a la figura del repentista Armando Alfonso Padilla y a la orquesta Intermezzo, joya del pentagrama musical cubano. Ángel Cabrera, historiador de la ciudad, rememoró la fecha histórica del año 1577, y significó el compromiso de cada avileño de sentirse hijo de una tierra donde se han vivdo momentos trascendetales de la historia patria, y que fuera y es cuna de renombradas figuras que reverencia la nación. Entre tonadas, canciones, y poesía, el arte festejó la conmemoración, y la Asamblea Municipal del Poder Popular, por derecho conferido, distinguió como “Hijo ilustre” e “Hijo adoptivo”, a un número importante de avileños. Los tambores y cencerros se hicieron sentir en las calles de la “Ciudad de los Portales” y el pueblo bailó y cantó como símbolo de orgullo de ser avileño.
Henry Godínez Rodríguez