Para bajar los precios de los productos agrícolas hay que cosechar grandes volúmenes, así lo ha demostrado la práctica, y en ese empeño tienen mucho que aportar las empresas estatales dedicadas a la producción agropecuaria, junto a las cooperativas y otras formas de gestión de la tierra.

Dos municipios camagüeyanos tienen condiciones para convertirse en polos productivos de referencia en el país. Sierra de Cubitas y Vertientes poseen grandes extensiones de tierra con posibilidades de explotación en breve tiempo. Para lograrlo, hoy se acometen labores de preparación y siembra, sobre todo de productos de ciclo corto.

 

SIERRA DE CUBITAS: POR SER LO QUE FUE

En Sierra de Cubitas se piensa en grande y aspiran a ser lo que un día fueron. Con más de mil hectáreas de tierras útiles, hoy se preparan más de 500 con maquinaria ligera y pesada. El objetivo es aprovechar las ocho máquinas de riego que cubren este terreno, y plantar maíz, boniato, yuca, calabaza y plátano. También se preparan otras 560 de secano, las cuales, fundamentalmente, se sembrarán de yuca. En estos empeños tiene mucho que ver la Empresa Agropecuaria Citrícola Sola.

«Hemos avanzado más desde que contamos con un equipo que hace el trabajo de cinco tractores por similar consumo de combustible, esto nos permite arar mayor cantidad de tierra en menor tiempo y avanzar en la preparación, porque las semillas están allí, esperando», explicó a Granma, Raúl Bárcenas González, director de la Empresa.

Oliverio Hernández Rodríguez es productor de cultivos varios y tiene asignada la fregada 16, perteneciente a la unidad empresarial de base de Maquinarias. Estas tierras abarcan más de 30 hectáreas que, hasta hace poco tiempo, estaban perdidas en maleza y que ya producen.

«Tenemos casi listas para sacar cuatro hectáreas de boniato; además, como no contamos con semillas, estamos aprovechando el bejuco para sembrar otra área. También hay, casi a punto, plátano burro. Estas producciones tienen como destino Acopio, Turismo y un porcentaje va directamente a los mercados del territorio.

«Una vez que cosechemos el boniato, el maíz y el plátano, sembraremos frijoles, pues contamos con un sistema de riego que permite explotar las tierras todo el año, y eso nos ayuda a mantener la fuerza de trabajo más estable que en otros tiempos, además de que sus ingresos andan por 250 pesos cada cuatro horas».

 

VERTIENTES, MÁS ALLÁ DEL ARROZ

Otro de los municipios con tierras por explotar es Vertientes, territorio caracterizado por la producción arrocera, en el que se proyecta otro de los polos en Camagüey con diversidad de alimentos.

Uno de los objetivos que tienen es incrementar las producciones para bajar los precios con los que llegan estos productos a la población. Conscientes de esto, Leonardo y Jesús Lezcano Capote, o los mellizos, como se les conoce, vendieron directamente al pueblo buena parte de las 60 000 mazorcas de maíz que cosecharon a un precio de seis pesos, mientras anda en la calle por los 20 o los 30 pesos.

«El objetivo es bajar los precios, la población no puede seguir pagando tan caro, lo impuesto por revendedores; por ejemplo, el boniato, del cual tenemos alrededor de seis hectáreas listas, pretendemos ofertarlo directamente a la población a 15 pesos la libra, un precio bueno para el productor y bueno para la población. Más allá de eso es abusivo», dijo Leonardo.

Su hermano Jesús insistió en que eso mismo pretenden hacer con la calabaza, la yuca y el plátano que están a punto de cosechar. También trabajan en la preparación de tierras para establecer un ciclo que les permita obtener beneficios todo el año.

Vertientes tiene el reto de sembrar 11 000 hectáreas, distribuidas en varias empresas del territorio: las empresas azucareras Batalla de las Guásimas y Panamá, y el Complejo Agroindustrial Arrocero Ruta Invasora. Este último concentra la mayor cantidad del polo productivo Ignacio Agramonte, con producción arrocera y cultivos varios. Ahora mismo, los vertientinos aprovechan la primavera para alistar la mayor cantidad de tierras posible, pues solamente 200 hectáreas están bajo riego.

Propósito grande el de estos territorios. Para lograrlo deben, además, ejercer un mayor control sobre la tierra y el destino final de cada libra de lo sembrado, de lo contrario se perderá en los no poco torcidos mecanismos de distribución y comercialización de este tipo de producciones.

Igualmente, es esencial el diálogo sistemático con los productores, lograr la contratación de lo que realmente se siembre, y que el resto de la cadena, que incluye la recogida en tiempo de lo contratado y el pago a los productores, funcione como está establecido y sin exceso de burocracia. Es la única manera de ganar la carrera de producir más para bajar los precios.

Tomado de Granma

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *