Los procesos de rehabilitación de la cubierta vegetal ejecutados por trabajadores del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (Ciba) de Ciego de Ávila en el ecosistema dunar de Playa Pilar, contribuyen a preservar los valores naturales y mantener la calidad de uno de los mejores balnearios turísticos del mundo.
Esos montículos de arena, declarados área protegida con categoría de Elemento Natural Destacado, poseen una altura máxima de 15 metros sobre el nivel del mar, además de realzar los valores paisajísticos en una playa valorada entre los mejores destinos turísticos del mundo en los últimos dos años y merecedora del premio Travellers’ Choice Best 2024, con la oncena posición a nivel global y la cuarta en el Caribe, según ese ranking.
La Máster en Ciencias Marisleys Castro Carrillo, jefa del Departamento de Bioingeniería Ambiental del Ciba y líder del proyecto “Rehabilitación de ecosistemas dunares en Jardines del Rey en promoción de un turismo sostenible”, significó que ayudan a preservar y fortalecer la resiliencia de esas estructuras naturales ante el cambio climático y los desastres naturales.
Se refirió a la reciente siembra de más de 600 plántulas de especies nativas (arroz de playa y mate y verdolaga de costa), obtenidas mediante la tecnología de reproducción en tubetes, con el empleo de combinaciones de diferentes sustratos naturales y biofertilizantes, en condiciones atípicas pues el vivero se encuentra en el Ciba, distante de la cayería norte avileña.
En la revegetación también participaron especialistas y técnicos que laboran en ese Elemento Natural Destacado, administrado por la Empresa Provincial de Flora y Fauna.
Las Dunas de Playa Pilar se extienden, en forma de franja rectangular, por unas 35 hectáreas, bordeando la zona costera, entre los hoteles Iberostar Playa Pilar y Playa Luxury, dos de los más lujosos del enclave turístico.
Con atractivas formaciones vegetales, conforman el hábitat de seis especies de reptiles pertenecientes a cuatro familias, contemplados ejemplares de lagartos cuya localización está restringida a ese lugar; y 69 variedades de aves, incluidas residentes permanentes y migratorias.
Castro Carrillo destacó que suman más de 1500 las posturas de especies nativas de ecosistemas dunares sembradas durante el actual año en los segmentos de litoral donde interviene ese proyecto territorial, comprendidos tramos de las playas Las Coloradas y Larga, en Cayo Coco; y Pilar, Cayo Guillermo.
Con raíces rizomatosas, las referidas especies vegetales aseguran la retención de arenas, como reservorio para la recuperación de las playas tras eventos erosivos, lo que mantiene la estabilidad en la línea costera.
Como parte de las labores del proyecto, el mencionado centro de investigaciones científicas, subordinado a la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, también extrajo material vegetal para continuar la propagación de especies nativas en el vivero.
La Máster en Ciencias Yamilé Jiménez Peña, directora del Ciba, resaltó los aportes de ese proyecto a la conservación de las playas arenosas, una de las prioridades establecidas en el Plan del Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida).
Tomado de Invasor