Cinco años de sequía hidrológica han impactado de manera muy fuerte sobre el Sistema Hidráulico Liberación de Florencia, el cual ve apenas como un ligero alivio las lluvias caídas en días recientes sobre el municipio avileño que le da nombre.
El mayor embalse de la provincia de Ciego de Ávila almacena actualmente unos 23.3 millones de metros cúbicos de agua, muy por debajo de los 79.83 que representarían su llenado total, para un bajo 29 por ciento, asegura Neldo Medina Palencia, jefe de Obra de la mencionada presa.
Preocupa que este panorama persista en medio del periodo lluvioso, cuyo comportamiento se mantiene por debajo de los registros históricos para el territorio florenciano. A falta de poco más de tres meses y medio para que cierre el 2025, sobre el municipio de los bellos paisajes las precipitaciones acumulan solo 614.7 milímetros, cuando el promedio para un año allí es de 1832.7.
Medina Palencia añade que no solo el embalse se encuentra en condiciones para asimilar volúmenes hídricos de eventos meteorológicos de gran intensidad, comunes en esta época del año, sino que, la ocurrencia de uno de ellos, sería la forma más rápida y eficaz de contrarrestar la adversidad presente hasta el día de hoy, a pesar de sus posibles daños aparejados.
La cabecera municipal, aunque aledaña al lago artificial, sigue sin utilizar sus aguas por la no entrada en funcionamiento de la nueva planta potabilizadora, incluso después de ser inaugurada. En su lugar, el acueducto del poblado, aún sin terminar, sigue con dependencia de fuentes subterráneas, limitadas por la sequía hidrológica que, por un lustro, ha golpeado a Florencia.
Por lo pronto, la situación del Liberación de Florencia limita el margen de maniobra en el abasto a la población y la agricultura de los municipios de Florencia y Chambas, principales beneficiados por este, a falta de un aumento considerable de las lluvias sobre la cuenca que abastece a la presa florenciana.
Tomado de Invasor