Las autoridades de Ciego de Ávila tomaron el pulso a las estructuras que deben garantizar el funcionamiento y la atención a la población en varios consejos populares

Constatar el cumplimiento de las medidas para garantizar la atención eficaz a las necesidades más acuciantes de la población, especialmente de las familias y personas con alguna vulnerabilidad, centró el quehacer de los principales dirigentes de la provincia y el municipio de Ciego de Ávila en el transcurso del sábado.

Encabezados por Julio Heriberto Gómez Casanova, primer secretario del Comité Provincial del Partido, y Alfre Menéndez Pérez, gobernador de la provincia, la comitiva se detuvo en puntos clave de la capital avileña para precisar in situ la instrumentación de las acciones en momentos en que el país enfrenta una grave contingencia.

Ambos dirigentes reiteraron la prioridad que significa que los puestos de mando funcionen con eficacia y a tiempo completo, pues los mecanismos de comunicación para lograr la inmediatez en la trasmisión de informaciones no pueden mostrar fisuras en circunstancias como las que actualmente encara la nación.

De igual modo, recalcaron la inviolabilidad del intercambio permanente en las calles y los hogares para tramitar las inquietudes del pueblo, a partir del diálogo abierto y franco.

En más de una ocasión la práctica ha demostrado que si en las estructuras de base los padrinos cumplen su cometido, constituyen un resorte para la participación ciudadana, y para garantizar desde la instancia empresarial respectiva los recursos mínimos que contribuyan a labores comunitarias como la eliminación de los desechos y la distribución de alimentos a quienes se encuentran en desventaja.

En el Consejo Popular Indalecio Montejo, por ejemplo, a 19 padrinos corresponde la misión de respaldar el trabajo del presidente y los delegados del Poder Popular, sin embargo, no todos asumen la responsabilidad con la misma disciplina e inmediatez.

De lo que se trata es de que la misión social de todos y cada uno de quienes deben contribuir a la unidad y fortaleza de los barrios no decaiga en lo más mínimo en momentos en que crecen tanto las tensiones como las necesidades.

En todo caso, los que en cada lugar dieron certera respuesta a las indagaciones de las máximas autoridades política y gubernamental, demostraron que se trabaja en sistema en Ciego de Ávila, aunque del rigor y exigencia en el control sistemático de las funciones individuales y colectivas dependerá, siempre, el éxito supremo.

Tomado de Invasor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *