Un nuevo amanecer abrazo la aurora de mayo, este su quinto día del calendario, cuando diversos colectivos laborales, amas de casa, jubilados y hasta niños, desfilaron desde sus respectivos puntos de encuentro, hasta llegar a la plaza Máximo Gómez Báez, para reafirmar una vez más, la solidaridad y compromiso con la obra socialista.
La alegría, el sentir de cada avileño, matizado por una mañana diferente, fue la cúspide absoluta de enaltecer a un pueblo lleno de historia y tradición.
En cada bloque sindical la clase obrera desfiló con iniciativas propias, logrando emanar emociones entre unos y otros, no solo por su singular modo de hacer sentir la buena vibra que llenó esta ciudad, sino por sus cantos alegóricos y risas compartidas.
En medio de la festividad histórica organismos destacados e instituciones culturales, recibieron la Condición Latir Avileño y Vanguardia Nacional, por sus resultados integrales durante un año complejo, pero ante ello a la Patria: Manos y Corazón.
✍️📷Yasel Díaz Drago