Como cada 7 de diciembre el pueblo del municipio avileño de Primero de Enero, se levanta al amanecer para rendir tributo a los hijos de la Patria que dieron la vida en el cumplimiento de su deber como soldados del socialismo.

Quiso la historia que estos acontecimientos se enmarcaran en fecha tan trascendental, como la caída en combate del Titán de Bronce, Antonio Macedo y Grajales y de su ayudante Panchito Gómez Toro, así como el homenaje a los 2289 compatriotas caídos en suelo angolano, de namibia y Etiopía.

Tributo fue el nombre dado a la operación que, estremeció al país en el año 1989, sin embargo en el transcurso del tiempo el acontecimiento aumenta y el homenaje se realza ante el sacrificio, la entrega, el altruismo y el amor, reverencia agradecida y eterna, de todo un pueblo a sus héroes y el orgullo de tener en su seno a familias con decoro, valentía y principios, quienes como Mariana, a pesar del dolor, realzaron su frente, secaron sus lágrimas y continuaron por el sendero de la obra de la Revolución.

Las palabras centrales del acto, realizado en el panteón de los caídos en defensa de la Patria, estuvieron a cargo de Lisbán Ramírez Ismael, miembro del buró que atiende la esfera política ideológica del partido en el municipio Primero de Enero, donde ratificó que las memorias de las gestas gloriosas de Cuba en África, merece tatuarse hasta la eternidad en las nuevas generaciones, conscientes de que ser insurgentes por las verdades, será una manera más de vivir emancipados del imperio disidente de la justicia de las fuerzas que humillan y mienten, a los que dieron su vida por la emancipación del cono Sur africano y de nuestra propia salvación, a esos combatientes que murieron por la dignidad de Cuba, con la firmeza de ser fieles a su ejemplo.

   

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