El inicio de la serie particular entre Villa Clara y Ciego de Ávila en la 64 Serie Nacional de Béisbol, en el estadio José Ramón Cepero dels capital avileña, es un recordatorio de lo cíclico que puede ser el deporte.

Lo que en el pasado fue un choque de titanes, con jugadores que escribieron páginas gloriosas en el béisbol cubano, hoy se ha transformado en un emotivo reflejo de la fase de transformación y renovación por la que atraviesa la pelota nacional y estos dos planteles.

Los números de Los Naranjas en la serie son, sencillamente, alarmantes. Ser el último equipo en defensa (con 42 errores) y tener una ofensiva que casi no produce poder (solo 10 cuadrangulares) es una combinación letal. Esto, sumado a un pitcheo en el puesto 11, pinta el panorama de un equipo sin un departamento sólido en el cual apoyarse.

La gestión de Ramón Moré enfrenta un desafío monumental para encontrar soluciones y levantar la moral de un equipo que parece hundido en la tabla.

Por su parte, Ciego de Ávila, ligeramente mejor pero igual de lejos de sus mejores momentos, muestra un perfil un poco más equilibrado. Los «Tigres» de Danni Miranda, aunque también en el fondo de la tabla, tienen en su pitcheo (9no, con 5.19 de PCL) su departamento más respetable, y en la ofensiva han conectado más del doble de jonrones que Villa Clara.

Sin embargo, una defensa en el puesto 11 y un promedio de bateo de .264 no les permiten despegar. Ciego es un equipo que, a diferencia de su rival, tiene elementos ligeramente más positivos, pero por diversos factores, carece aún de la consistencia para ser competitivo.

Este duelo ya no se juega por un puesto en la postemporada, sino por honor, por mejorar un escalón en la tabla y, sobre todo, por la vital necesidad de inyectarle confianza a sus jóvenes plantillas. Es el cruce de dos históricos que evidencian los dolores de un béisbol en reconstrucción.

Más que un choque de ambiciones, será una lección de perseverancia para estos jugadores que cargan con el peso de un glorioso legado que, por ahora, se antoja muy lejano. La serie no definirá un campeón, pero será crucial para ver qué equipo muestra más carácter sobre el terreno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *