Constituida el 6 de marzo de 1995, la Agencia de Medio Ambiente (AMA), mantiene su misión inicial de utilizar la ciencia en función del manejo sostenible de los recursos naturales y de la gestión ambiental en el archipiélago cubano.

Adscrita al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, está integrada en la actualidad por 24 instituciones, que incluyen 14 centros de investigación, siete entidades de servicios científicos y tecnológicos, una unidad de desarrollo e innovación, y otras dos en proceso de categorización.

Dispone de un capital humano altamente calificado, compuesto por alrededor de 155 doctores en Ciencias, más de 300 másteres y unos 280 investigadores categorizados. Del total de trabajadores, 1 664 tienen nivel superior, mientras las mujeres representan el 70 % de la fuerza laboral.

En el periodo 2020-2024, la ama gestionó 126 proyectos de investigación, 40 vinculados al Programa Nacional Adaptación y Mitigación del Cambio Climático, y los restantes a los programas sectoriales Uso sostenible de la diversidad biológica (33), Meteorología y Desarrollo sostenible (27), Reducción del riesgo de desastres (21) y cinco al de Gestión ambiental con enfoque de economía circular.

Para el presente año incorporará un nuevo programa sectorial, denominado Patrimonio y Recursos Naturales.

Dentro de ese propio lustro, los especialistas de la referida Organización Superior de Dirección ejecutaron 886 servicios científico técnicos estatales, y 1 324 servicios científico técnicos de carácter comercial.

BITÁCORA DE IMPACTOS

La doctora Maritza García García, presidenta de la ama desde 2015, aseveró a Granma que imbricar ciencia, innovación, comunicación, gestión y control ambiental ha sido clave en la labor de la entidad para enfrentar los problemas más acuciantes del país en este sector, y acometer las investigaciones requeridas por el Citma.

Una de las líneas principales de trabajo, subrayó, radica en liderar la implementación de las cinco acciones estratégicas y 11 Tareas contenidas en el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida), aprobado por el Consejo de Ministros, en abril de 2017.

Durante 2024, se trabajó con ahínco en la ejecución de un grupo de acciones relacionadas específicamente con las Tareas 3, 6 y 9, destacándose, entre los principales resultados, la actualización del catálogo de playas arenosas del país, la evaluación y seguimiento del estado de los arrecifes coralinos, que contempló el diseño y propuesta de medidas encaminadas a aumentar la resiliencia de esos ecosistemas al cambio climático en áreas protegidas marinas, la restauración de poblaciones de manglares y el establecimiento de diferentes Sistemas de Vigilancia, Monitoreo y Alerta Temprana.

La ama asume, igualmente, las funciones de organizar, dirigir y ejecutar las actividades vinculadas a la realización de los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgos (PVR) de origen natural, tecnológico y sanitario, de los cuales, hasta el cierre de 2024, se terminaron a nivel nacional 136, así como la evaluación del impacto ambiental provocado por eventos meteorológicos severos, incendios forestales y otras situaciones de desastres.

Según detalló la doctora Maritza García, particular atención recibieron en los últimos años las investigaciones sobre el uso sostenible y conservación de la biodiversidad, la implementación de corredores biológicos, la reforestación y la recuperación de bosques y franjas hidroreguladoras, el fortalecimiento de fincas agroforestales, la creación de capacidades en manejo agrícola sostenible, la atención al sistema nacional de áreas protegidas y la recuperación de suelos dañados por la erosión y la salinidad.

Tema prioritario en la agenda de trabajo de la Agencia de Medio Ambiente ha sido, a lo largo de 16 años consecutivos, la modelación de la proyectada inundación permanente de zonas del archipiélago cubano por ascenso del nivel medio del mar para los años 2050 y 2100, con la elaboración y entrega anual del Informe Científico Técnico y el Mapa correspondiente.

Entre los resultados recientes, destaca la elaboración del Plan Nacional para la Conservación de la Fauna Silvestre Cubana 2024-2030, y la evaluación, por primera vez en Cuba, del estatus de amenaza de la megabiota marina.

Lo anterior incluyó la actualización taxonómica de 4 398 especies y representa un aporte científico para la elaboración de normas, regulaciones, planes de manejo, estrategias sectoriales y demás instrumentos de control y vigilancia, enfocados en disminuir la pérdida de diversidad biológica en el país.

Para la doctora Maritza García, el sello distintivo de la ama radica en haber logrado forjar, desde sus inicios, la más estrecha alianza de conocimientos en disímiles ramas del saber, y aglutinar en su cotidiano quehacer, la integración cohesionada de todas las instituciones bajo su conducción.

En el recuento, recalcó, no puede faltar el tributo a los trabajadores fundadores y a sus tres presidentes anteriores, los doctores Ricardo Sánchez, Fabio Fajardo y Gisela Alonso, quien ocupó esa responsabilidad entre 1999 y 2015.

Tomado de Granma

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