A punto de concluir el cuarto mes del año, retomamos el tema de la sequía con el análisis del comportamiento pluviométrico registrado en abril, junto con las perspectivas para mayo.
Abril marca la transición entre el período poco lluvioso y la llegada de la temporada donde tenemos un incremento en las lluvias. Las tardes suelen ser calurosas, con temperaturas máximas que han alcanzado récords en años anteriores, mientras que las madrugadas aún conservan un frescor agradable en comparación con el verano.
En términos de precipitaciones, abril es, históricamente, el segundo mes más lluvioso dentro de los meses de pocas lluvias, superado solo por noviembre, el primer mes del período poco lluvioso.
Sequía persistente: el impacto de abril 2025
La realidad observada en el terreno —ríos secos y pastizales marchitos— confirma los datos registrados preliminarmente por el Centro Meteorológico: abril de 2025 podría convertirse en el mes de abril con el menor registro de precipitaciones desde el 2008. Si no se produce un incremento de lluvias en los últimos días, algo poco probable según los pronósticos, la acumulación mensual será inferior al 30 por ciento.
Este déficit pluviométrico acentúa una sequía prolongada que ha marcado los últimos meses, sumando varios meses en postreros cinco años, con una tendencia al déficit de precipitaciones en nuestra provincia. La escasez de lluvias afecta no solo la disponibilidad de agua, sino también la agricultura y otros sectores que dependen de los recursos hídricos.
Marcada influencia de las altas presiones
Mientras los avileños buscan alivio del calor y esperan ansiosamente las primeras lluvias de mayo, un gigante atmosférico silencioso influye sobre las condiciones meteorológicas de la región: las altas presiones atmosféricas, también conocidos como anticiclones.
Los anticiclones son sistemas de altas presiones que generan tiempo estable, cielos despejados y escasas precipitaciones. En estos sistemas, el aire desciende y se comprime, dificultando la formación de nubes de desarrollo vertical, responsables de las lluvias.
A diferencia de los ciclones tropicales que acaparan la atención mediática, estos fenómenos actúan de manera discreta, pero pueden provocar eventos de sequía prolongados, como el que estamos viviendo.
Mayo a la vista: ¿un respiro en la sequía?
Aunque la primavera meteorológica inicia en marzo, en Cuba se asocia tradicionalmente con las primeras lluvias de mayo. Una costumbre popular es beber el agua del primer aguacero del mes, aunque no es recomendable, ya que las gotas de lluvia pueden transportar partículas contaminantes suspendidas en la troposfera, afectando la salud.
Mayo es el primer mes del período lluvioso y el segundo más lluvioso en nuestra provincia. Las precipitaciones están vinculadas principalmente a sistemas tropicales, el calentamiento diurno y, en menor medida, el arribo de frentes fríos tardíos.
Según los modelos climáticos estacionales, se esperan lluvias cercanas a la media histórica para el mes. De cumplirse estos pronósticos, se mitigaría parcialmente el déficit de precipitaciones, aunque la sequía persistiría.
Tomado de Invasor