En el corazón de la ciudad de Ciego de Ávila se encuentra la casa de abuelos «Celia Sánchez Manduley», un refugio lleno de risas, historias y cariño. Desde su apertura hace 7 años esta institución ha sido un hogar para muchos ancianos.

Yulexis Osorio Rodríguez, encargada del trabajo social y la terapia ocupacional con los ancianos que frecuentan la casa de abuelos, se siente más que satisfecha en un lugar donde prima la sabiduría en cada conversación.

«Me siento realizada, me gusta trabajar con adultos mayores, son mi segunda familia» asegura Yulexis quién además es Lic. Rehabilitación Ocupacional y Social, cargo que la ha ayudado a realizar el tratamiento de desarrollo cognitivo que se utiliza en la casa, pues el centro se caracteriza por ser uno de los 16 en la provincia de Ciego de Ávila en tratar con ancianos con estos cuidados específicos.

Desde su llegada a las 7:30 AM comienzan las risas y juegos entre compañeros, como si de niños se tratara, balanceándose en sillones, leyendo libros, merendando a su hora y brindándoles siempre un cuidado especial.

Además, realizan actividades recreativas en conjunto con la Casa de la Cultura, visita de grupos teatrales, celebraciones de fechas importantes y viajes en colectivo a precios asequibles.

María de los Ángeles, una residente que ha estado en la casa durante los últimos 6 años asegura que el trato brindado allí es incluso mejor que en muchos hogares y hace hincapié en la importante labor que cumplen los trabajadores de dicho lugar.

La historia de María representa a miles de ancianos que, como ella, han encontrado un lugar donde su espíritu puede florecer. En un mundo que a menudo olvida el valor de los mayores, su voz resuena fuerte y clara, recordándonos que la vida es un viaje pleno de aprendizajes, sin importar la etapa en la que nos encontremos.

Ana Paula Aparicio Vázquez (Estudiante de Periodismo)

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