Acceder a la Educación Superior dista de ser un camino único. Lejos de limitarse a los tradicionales exámenes de ingreso, existen un conjunto de vías y modalidades de estudio diseñadas para captar el talento joven, y a la vez, ofrecer oportunidades de superación a cualquier ciudadano, sin límite de edad. Para desentrañar este proceso, Invasor conversó con la Doctora en Ciencias Raidy Teidy Rojas Angel Bello, vicerrectora docente de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez (Unica).
Al preguntarle por las opciones, la Vicerrectora fue enfática en destacar la diversidad. “Las vías de ingreso, una es las pruebas de ingreso, precisamente. Pero tenemos la vía del colegio universitario y también la vía de concurso”, explicó.
Para las pruebas de ingreso, pueden acceder todos los estudiantes menores de 28 años, quienes deben prepararse por cuenta propia o mediante las instituciones a las que pertenecen en las asignaturas de Matemáticas, Español e Historia. La primera convocatoria oficial se realiza tradicionalmente en el mes de mayo.
El colegio universitario es una vía pre-otorgada para estudiantes de 12º grado, dirigida principalmente a carreras pedagógicas, agropecuarias y de la salud. “El colegio universitario es otra vía que el estudiante aprovecha, porque ya tiene una carrera”, señaló Rojas Angel Bello. Entre las carreras agropecuarias ofertadas mencionó la Ingeniería en Procesos Agroindustriales y Medicina Veterinaria, ambas de reciente apertura en la Unica, junto a Ingeniería Agrícola y Agronomía. Los estudiantes pre-otorgados reciben, aún en el 12º grado, cursos propedéuticos por profesores universitarios y realizan actividades de orientación profesional para familiarizarse con la vida universitaria.
Otra vía innovadora es el concurso institucional. “Recientemente nosotros la hemos incorporado en la provincia”, afirmó la Vicerrectora. Tras una experiencia exitosa en Ingeniería Civil, este año se extenderá a Ingeniería Hidráulica e Ingeniería Informática. “Vamos a experimentar por primera vez un concurso de programación en la provincia para otorgar de manera directa también cinco plazas”, detalló. Asimismo, los estudiantes con resultados destacados en concursos nacionales de asignaturas como Matemática, Química o Física tienen derecho a un otorgamiento directo en una carrera afín.
La Vicerrectora fue clara al explicar que las opciones no son exclusivas para los recién graduados del preuniversitario. La modalidad de curso por encuentro está abierta a trabajadores y no trabajadores, incluyendo amas de casa o trabajadores no estatales. “Alguien que quiera estudiar, tiene un acceso abierto”, recalcó. Sectores estratégicos como el turismo o el jurídico tienen prioridad para carreras afines a su perfil, pero siempre se reserva un 10 por ciento de las plazas para la población general.
Para quienes necesitan mayor flexibilidad, existe la Educación a Distancia, con las carreras de Gestión Sociocultural para el Desarrollo, Contabilidad y Finanzas, y Derecho. “No hay límite de edad. Nosotros hemos graduado estudiantes que han tenido hasta 60 años”, destacó Rojas Angel Bello.
El proceso de otorgamiento: Un mecanismo escalonado y transparente
Para profundizar en el mecanismo específico del curso diurno, Invasor dialogó con el Máster en Ciencias Alexis Antonio Cabrales Rodríguez, secretario General de la Unica.
Cabrales Rodríguez explicó que el otorgamiento se realiza en ocho etapas consecutivas. “Los dos primeros corresponden al otorgamiento de los jóvenes que realizaron las pruebas de ingresos y la aprobaron”. Si un estudiante no obtuvo plaza en su primera opción, espera a una reoferta en el segundo otorgamiento.
Posteriormente, el tercer y cuarto otorgamiento están destinados a quienes desaprobaron al menos un examen, dándoles la oportunidad de actualizar su solicitud.
La quinta y sexta convocatoria es para jóvenes que no se presentaron a las pruebas de ingreso. Finalmente, el séptimo y octavo otorgamiento están reservados para quienes terminaron el preuniversitario en años anteriores y aún no superan los 28 años.
El orden para el otorgamiento se determina mediante un escalafón provincial único. “Lleva dos etapas. En la primera etapa se tiene en cuenta el 50 por ciento del promedio que trae el joven de sus estudios en el preuniversitario. Luego el otro 50 por ciento se obtiene a partir de los resultados de las pruebas de ingresos”, explicó Cabrales Rodríguez. Con la suma de ambos indicadores, se establece un ranking que garantiza la transparencia y el mérito académico como base para la asignación de las plazas disponibles.
Con esta diversidad de vías y un proceso de otorgamiento estructurado, la Universidad de Ciego de Ávila reafirma su compromiso de ser una institución accesible, que busca el talento en todas sus formas y ofrece una oportunidad de educación superior a lo largo de la vida.
Tomado de Invasor