El análisis de ADN de los restos humanos hallados en esta localidad en el año 2019 permitió confirmar, de manera absoluta, que pertenecen al joven miliciano cubano Máximo Ramón Jaureguí Díaz, mártir de la gesta de abril de 1961, según informó un grupo de expertos hoy en conferencia de prensa.
A partir del cotejo de muestras del combatiente de 20 años de edad oriundo de la provincia de Cienfuegos, y de sus parientes vivos, se estudiaron marcadores genéticos, concretamente los polimorfismos que aparecen en el cromosoma Y, lo cual permitió demostrar su línea paterna.
El resultado puso punto final al proceso de identificación que realizó el Equipo de Trabajo de Antropología Forense (ETAF) del Servicio Provincial de Medicina Legal de Matanzas, con la aplicación de diversas técnicas como la osteoscopía y osteometría a fin de establecer la identidad relativa del individuo.
Joel Monzón González, jefe del ETAF, resaltó la participación de médicos legistas, antropólogos y odontólogos forenses, peritos criminalistas e historiadores, y destacó que las pruebas de ADN se realizaron en el Laboratorio Central de Criminalística, en La Habana.
Refirió que el ajuar militar recuperado del sitio del hallazgo, con pertrechos y un carné de armamento a nombre de Jaureguí Díaz, aportó información valiosa, de conjunto con el trabajo de laboratorio para determinar parámetros como sexo, ancestría, estatura y edad.
Los expertos pusieron especial cuidado en la manipulación de los restos debido a que su grado de deterioro era muy alto, de un 84 por ciento; determinaron que la data de muerte era de más de 50 años por el nivel de desmineralización de las piezas óseas y dientes, y el enraizamiento de las plantas más próximas.
El análisis detallado reveló fragmentos de esquirlas de metal (metralla) en arcos costales y en fragmentos de la pelvis; al medir los extremos del fémur y calcular su longitud se pudo conocer la estatura del miliciano, mientras que las suturas craneales abiertas permitieron estimar la edad.
Ramón (1941-1961) tenía 20 años recién cumplidos, era de baja estatura, con ancestría europoide, pertenecía a una familia de ocho personas, de ellas cinco hombres; aunque todos fueron a la guerra él fue el único que no volvió, dijo Monzón González.
Geidy Martínez Pérez, odontóloga forense integrante del Equipo, informó que se recuperaron 22 piezas dentales, en ellas se detectaron características como hipoplasia del esmalte, en este caso asociada a desnutrición, y desgaste por el hábito de apretar y rechinar los dientes (bruxismo), cuya principal causa es el estrés.
De acuerdo con fuentes documentales, el soldado Jaureguí Díaz, del Batallón 339 de Cienfuegos, cayó mortalmente herido por la metralla enemiga en el lugar conocido como Caleta del Rosario, ubicado en la Ciénaga de Zapata (sur de Matanzas), y desde allí lo trasladaron unos 10 kilómetros hasta Playa Girón, donde fue inhumado en una fosa individual.
Los días 29 y 30 trabajamos en el lugar, fue una labor compleja, hubo que cernir todo el material encontrado en la fosa, con un detector de metales localizamos diferentes elementos como los broches de mochila, indicó.
El Doctor Juan Carlos Morales Valdés, jefe del Servicio, manifestó la satisfacción del grupo al esclarecer la identidad de uno de los héroes que en menos de 72 horas derrotaron la invasión mercenaria de Estados Unidos, y devolverlo a sus familiares, quienes voluntariamente cooperaron durante el proceso.
Se trata de un caso significativo para la Medicina Legal cubana, que demuestra la profesionalidad de nuestros expertos, con respeto a los protocolos internacionalmente establecidos y la ética, hasta llegar al diagnóstico final, sentenció.
Anteriormente el ETAF participó en otras investigaciones de corte histórico relacionadas con diferentes personalidades, como el hijo del Héroe Nacional José Martí, y el naturalista alemán Juan Cristóbal Gundlach, además de Crescencio Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias, víctimas de la Operación Cóndor en Argentina.
Tomado de Agencia de Cubana de Noticias