Un sinnúmero de innovaciones realizadas en el Taller Mártires del nueve de abril en la ciudad capital avileña contribuyen a la sostenibilidad tecnológica y de equipamientos de la industria alimentaria en Ciego de Ávila, ante la poca disponibilidad de insumos o piezas de repuesto.

Tal es el caso de la “Sobadora de pan 9 de abril”, con más de dos décadas de funcionamiento en las unidades de la industria alimentaria y la máquina peladora de yuca, que humaniza el desempeño de sus compañeros y con un costo en el mercado internacional de 2 mil a 12 mil dólares.

Lázaro Alonso Oropesa es uno de los obreros más sobresalientes, cuyas soluciones e inventivas en casi 40 años de trabajo ininterrumpidos en el taller Mártires del 9 de abril, han propiciado la recuperación de batidoras checas, motores reductores de horno chino, despulpadoras de frutas, troqueles y rotarias de la línea de galletas dulces.

Por su desempeño, la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores de Ciego de Ávila, lo ha estimulado como delegado a congresos nacionales y con reconocimientos difíciles de enumerar.

Mariesly Wong

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