Al compás de la musicóloga Miraima García los artistas e intelectuales en Ciego de Ávila, pusieron a prueba sus habilidades rítmicas ante la importancia que reviste para Cuba y México la música tradicional campesina.
Desde la Galería Azagaya de la Unión de Escritores y Artista de Cuba, los participantes expusieron sus ideas, inquietudes y modos de hacer arte, desde una expresión artística, que emana emociones y sentimientos por lo más auténtico e identitario, llevada a varias regiones del mundo y siendo ejemplo de inspiración para nuestros visitantes.
Para los músicos José Luis Gallardo Flores y María Alejandra Juárez Hernández, residente en la ciudad de México, es una oportunidad y un agradecimiento expresan a este medio de comunicación, compartir con los colegas de Ciego de Ávila, sus conocimientos adquiridos durante una loable trayectoria en la música mexicana, sobre todo en el género campesino, pues es una retroalimentación de ambas naciones, dignificar a la cultura en toda su dimensión.
Y ante ella fomentar el amor por la historia dejada por los portadores de épocas pasadas y que incentive el interés de las nuevas generaciones, donde las casas de cultura, las escuelas de arte y la comunidad, juegan un papel decisivo para mantener lo logrado por artífices que, con su talento y creatividad, mostraron sus mejores galas en cada centro cultural dentro y fuera de la isla.
Ejemplo de ello fue la jornada internacional Danzar en Casa que tuvo lugar en la provincia el mes pasado, donde se evidenció el lazo que une a estas dos naciones en cuanto a la cultura popular bailabe, desde lo efímero y multitudinario de seguir creando desde las artes una estética y un cambio transformador para el bien común de la política cultural cubana.
Convite de tradiciones más que un encuentro entre dos culturas, busca visibilizar el quehacer de un género con gran arraigo cultural desde su cimiento, en diversos espacios de la provincia avileña, que muestren su valía a favor de su rescate y preservación.
Yasel Díaz Drago