Una de las comparecencias más difíciles y dolorosas que tuvo que brindar Fidel Castro fue la del 21 de octubre de 1963 para informar sobre los daños ocasionados por el huracán “Flora”.

A 60 años, Cubadebate y el sitio Fidel Soldado de las Ideas comparten con sus lectores fragmentos de aquella intervención en la cual el Comandante en Jefe reflexionó a partir de lo ocurrido que lo más importante es “crear condiciones de seguridad definitiva en la zona afectada por el ciclón”.

Las escenas de dolor y de sufrimiento que la gente vivió son inenarrables

“¿Qué ha ocurrido en sitios donde el agua rebasó los techos de las casas?  Porque había sitios, en lugares relativamente altos, donde el agua estaba casi en el techo, y nosotros sabíamos que había otros sitios que eran más bajos que esos que tenían que haber quedado sepultados por el agua.  ¿Cómo se habrían podido salvar?, ¿qué habría ocurrido en ese lugar?  Y siempre pensábamos que era muy difícil que salvaran la vida los moradores de esas casas.

Y, efectivamente, nosotros después llegamos a sitios donde ocurrió eso, donde el agua rebasó completamente las casas.  Y lo increíble no es el número de personas que murieron en algunos de esos lugares —como en lugares donde nosotros fuimos donde había muerto la tercera parte de los habitantes de aquel caserío—, sino lo increíble fue los que se salvaron.  Se salvaron las dos terceras partes, y cómo se salvaron, en los árboles.  Una vez que el agua rebasó y arrastró las casas, en un bosque allí se salvaron, las dos terceras partes de las familias se salvaron, en un bosque, en las ramas de los árboles.

Claro, las escenas de dolor y de sufrimiento que la gente vivió son inenarrables.  Desde el punto de vista humano son una tragedia impresionante.  Nosotros decimos que sobre las cosas que ocurrieron allí nadie podría inventar nada, las cosas que a cualquier persona de imaginación exaltada se le ocurriera inventar habrían ocurrido y aun cosas más graves.  Allí se volvió cosa normal episodios que pertenecen a lo extraordinario, y aquello se volvió normal para la población.

Y por eso nosotros temíamos que el número de víctimas fuera muy alto, no obstante la evacuación, porque se hizo una gigantesca evacuación previa al ciclón, y se  hizo, además, una enorme evacuación durante el ciclón.  A pesar de eso creíamos que tenía que ser alto el número de víctimas.  ¿Por qué?  Porque hubo personas que de ninguna manera se les ocurrió pensar que estaban en peligro.

Siempre las evacuaciones se hacen, naturalmente, en aquellos puntos en que ha llegado el río otras veces, en los sitios próximos al mar, lugares bajos.  Teníamos el antecedente de Santa Cruz del Sur, y, desde luego, las medidas que se tomaron fueron principalmente contra un ras de mar; en todas las zonas próximas al mar, en todos los barrios que eran más bajos, en todos los pueblos se realizaron las evacuaciones.  Pero el peligro mayor vino precisamente de las inundaciones, que alcanzaron niveles nunca alcanzados antes.  Es decir, vino un ras de mar, pero no del mar, sino desde la montaña, desde tierra adentro vino un ras de mar”.

“Así que el pueblo, cada ciudadano, cada hombre, dondequiera que pudo hacer algo lo hizo, como en todos estos casos que actuaron por iniciativa propia.

Y bueno: se puede decir que ese sentimiento de solidaridad humana alcanzó allí, bajo circunstancias como esas, los niveles más altos y más increíbles, y más inconcebibles.  Si tan siquiera pudiéramos decir que la Revolución no hubiera hecho otra cosa que hacer un tipo de hombre como ese, como el que ha creado, y se ha creado en las condiciones de la Revolución, que haya desarrollado el sentimiento de solidaridad entre los hombres, entre los seres humanos que ha desarrollado, ya eso solo sería para justificar la Revolución.  Porque allí es todo a la inversa, lo opuesto, la antítesis del egoísmo ese de la gente que quiere salvarse él, resolver él sus problemas.  Allí todo el mundo se ayudaba, uno a otro, como si fuera su hijo, o su hermano, o su padre; y se vio el pueblo en una batalla contra la naturaleza.  Y el ánimo y la serenidad, y el estoicismo de la gente, y aun los que perdieron todo, su espíritu, su firmeza, ¡eso era impresionante!”

Elaborar un plan concreto de trabajo

“En primer lugar, lo que estaba en el espíritu  de todos, volcar los recursos de la nación sobre las regiones afectadas como era lógico y era justo.  Entonces nosotros citamos allí a los compañeros ministro del Transporte, ministro de Obras Públicas, ministro de Comercio Interior, ministro de Salud Pública, presidente del INRA, y varios dirigentes más, nos reunimos allí para elaborar un plan concreto de trabajo.

Entonces prácticamente esos compañeros se trasladaron a la provincia y estuvieron allí dedicados a la tarea, algunos incluso están todavía allí.  Claro que lo primero era el rescate de las personas que estaban en peligro, con toda urgencia.  Se me había olvidado el Instituto Hidráulico, al compañero Faustino; porque el Instituto Hidráulico tiene un papel muy importante en estas cuestiones.

Entonces, salvar las vidas que todavía estaban en peligro, asistir a la población inmediatamente.  La segunda etapa: la ayuda a todas las personas afectadas que habían perdido todo y, al mismo tiempo, la reconstrucción de todas las comunicaciones, las vías férreas y la economía.

Se acordó, por ejemplo, una serie de medidas con respecto a los campesinos. En primer lugar, hacer el censo de todos los que habían perdido sus casas, darles determinadas cantidades de dinero para construir las casas, y facilitarles materiales: cemento, clavos, todos los materiales que pudiéramos reunir para ayudarlos a que construyeran sus casas y, además, darles una ayuda económica.

Se acordó darles gratuitamente ropa y zapatos a todos ellos; se acordó también abastecer de muebles a todos los que habían perdido sus muebles.  Estábamos pensando qué procedimiento era, por fin hemos adoptado un procedimiento, se les van a entregar los muebles también.  Se había pensando si entregarles dinero y establecer depósitos de muebles para que los compraran o entregarles los muebles; hemos decidido entregarles los muebles también.

Entonces de acuerdo con esa política, de asistencia a la población, tenemos otras medidas como por ejemplo anular, condonar todas las deudas de todos aquellos campesinos que hubiesen perdido sus cosechas con motivo del ciclón; es decir, cancelar las deudas pendientes con los bancos del Estado.  Y, al mismo tiempo, facilitarles nuevos créditos para que, inmediatamente, se dedicaran al cultivo y a la reconstrucción de su economía.

Consecuente con esto se tomaron inmediatamente una serie de medidas adicionales, se disponía, por ejemplo, toda la papa en vista de la ausencia total de viandas en la provincia.  Porque la provincia nos abastecía de viandas y todo eso; sobre todo de plátanos, había enormes platanales, había un plan de plátanos en desarrollo fantástico, cientos de caballerías de plátanos en producción, las barrieron las inundaciones del ciclón; se van a reconstruir, pero los plátanos los echó por tierra; de verdad que había una increíble cantidad de caballerías de tierra sembradas de plátanos.

Se acordó, por ejemplo, toda la papa concentrarla en esas zonas afectadas, la papa de que se disponía nacionalmente como vianda.  Se dispuso, por ejemplo, que todas las fábricas de muebles de la república se dedicaran a construir muebles para las zonas afectadas;  se dispuso los abastecimientos que se iban a enviar también allí, cómo se iban a distribuir los productos, los sacrificios que tendrían que hacer necesariamente las provincias occidentales para ayudar a las zonas orientales.

Entonces allí se les trazó la política a cada cual: el Ministerio de Obras Públicas tenía por tarea movilizar todos los recursos disponibles en la nación, equipos, materiales, sin sacrificar las obras fundamentales, fábricas, construcciones, movilizarlos hacia Oriente para restablecer inmediatamente las comunicaciones;  primero abrir paso como fuera posible y después reconstruir las carreteras y reconstruir los puentes.

Al Ministerio de Transporte se le encargó la tarea de la reconstrucción de todas las vías férreas inmediatamente, para el transporte y para la zafra.  Al Ministerio de Comercio Interior se le encargó la tarea de la distribución que se había acordado con el Partido, tanto de los artículos que aporta el Estado, como de los artículos que se están recibiendo; claro que en aquel momento no sabíamos qué íbamos a recibir, en aquel momento teníamos que disponer de lo que había.  Esta situación empieza a aliviarse extraordinariamente con la ayuda que estamos recibiendo, la ayuda exterior que estamos recibiendo.

Entonces, se encomendó la tarea de cómo se iba a hacer el censo; el Partido va a hacer el censo, y va a hacer la distribución de todas aquellas cosas que van a entregárseles gratuitamente y de los recursos materiales y en dinero a las familias.

También al INRA se le asignó la tarea inmediatamente de reconstruir la parte agrícola, salvar todo lo que pudiera salvarse y empezar la reconstrucción inmediata de todo lo perdido, cómo restablecer  y desarrollar todo aquello.

Se le asignó al Ministerio de Salud Pública, que tenía una función importantísima, porque tenía la función de prestarles asistencia médica a todas las personas evacuadas, a más de 100 000 personas evacuadas, vacunar a todas las familias de las zonas afectadas, y a los evacuados para evitar las epidemias, la movilización de las medicinas y de los médicos, algo que se hizo con tanto éxito, que realmente no se ha dado ni un solo caso hasta este momento, solo creo que había un caso sospechoso de tifus, ¡un solo caso!, y no comprobado; hasta este momento no hay ningún caso plenamente confirmado de infección.  Se hizo un trabajo médico tremendo, había que hacer también un trabajo… Salieron todas las brigadas a quemar los animales muertos para evitar la propagación de epidemias.  Había que combatir las epidemias por todos los medios porque la concentración de las personas, la debilidad de la gente, los días de debilitamiento físico, las aguas estancadas que van quedando después de las inundaciones, los animales muertos por todas partes, la fetidez; todo eso, pues uno de los peligros mayores eran las epidemias y había que combatir las epidemias.  Y esa fue la tarea del Ministerio de Salud Pública.

Entonces, a cada uno de los organismos que tiene un frente de trabajo se le asignó su tarea. Los del Instituto Hidráulico empezaron inmediatamente a hacer toda una serie de análisis y observaciones relacionados con el fenómeno que había ocurrido allí.  Y así se puso todo el mundo a trabajar inmediatamente”.

Aquí se demostró la pujanza, la fuerza de la Revolución

“Y podemos aprovechar esta sacudida de la naturaleza, para sacudirnos un poco la modorra también, ¿comprenden?  Y vean ustedes qué sacudida ha sido para el país, qué movilización la del país, qué extraordinaria movilización la del país, y cómo está trabajando la gente.

Pero hay que ver que una revolución es una fuerza más poderosa que la naturaleza.  El ciclón y los huracanes y todas esas cosas son una bobería comparado con lo que es una revolución.  Una revolución tiene unas fuerzas muy superiores a los fenómenos y a los cataclismos naturales que hay.  Una revolución es un cataclismo social; también es el pueblo desbordado una revolución, que lo inunda todo, lo invade todo y también es capaz de arrasar todo lo que se le ponga delante y todos los obstáculos que se le pongan delante.  Eso es una revolución.  Nosotros lo sabemos, estamos tranquilos.  Hay quienes no lo saben y se asustan.  Se asustan lo mismo de la revolución que de lo que le pueda pasar a la revolución cuando tiene un problema.  Y están los enemigos de la revolución que se ilusionan. Esos son los que mueren de desengaño por lo general.  Viven de ilusiones y mueren de desengaños.

Pero el dinamismo que despliega un pueblo revolucionario es increíble.  Y nosotros podemos enfrentarnos con esa situación.  ¿Se habría podido enfrentar otro régimen con esta situación?  ¿Se habría podido enfrentar un régimen burgués y capitalista, se habría podido enfrentar a esta situación?  Claro que habrían tenido que correr a la Base Naval de Guantánamo para que los norteamericanos le sacaran alguna gente —si acaso le sacaban.  Porque aquí cuando había una inundación o había un ciclón, mandaban cuatro guardias rurales en un caballo a ver qué es lo que había pasado por allí.

Sin embargo, aquí se demostró la pujanza, la fuerza de la Revolución, que movilizó y evacuó en dos provincias a casi 200 000 personas; las alimentó, las albergó, las atendió con esmero.  Pero además, movilizó sus organizaciones de masas, su vanguardia y las lanzó a asistir al pueblo; y movilizó al pueblo, movilizó su ejército, movilizó sus helicópteros, la fuerza del helicóptero, batallones de helicópteros allí entraron en acción, en guerra también contra las inundaciones y libraron una batalla victoriosa, histórica también la batalla que libraron.

Nosotros mismos, con nuestros propios recursos, ¿cómo salimos?  ¿Cuál hubiera sido la situación si no llega a ser la Revolución?  ¿Cuáles hubieran sido las pérdidas en vidas del país?: 20 000 ó 30 000 vidas.  ¿Quién habría ido a ayudar a toda aquella gente, quién habría ayudado?  Posiblemente los terratenientes con la guardia rural habían aprovechado el ciclón para quitarse a muchos campesinos allí de sus tierras, para desalojar gente, y hacer todo eso.

Habrían ido los politiqueros recogiendo cédulas. Se habrían robado todo el dinero, habrían acordado ahí, después de 20 semanas de discusión, unos cuantos pesos de indemnización, se los habrían robado todo después, como hacían siempre, no ayudaban a nadie, se robaban la mayor parte del dinero y con lo otro se dedicaban a comprar votos y a hacer cosas.  ¡Váyase a comparar toda aquella basura con lo que es una revolución!  Y la Revolución fue también un pueblo desbordado que barrió todo eso.  Y ahora chocaron dos fuerzas de la naturaleza, ¿comprenden?  Chocó la Revolución con un huracán.  Dos cataclismos:  un cataclismo social con un cataclismo natural. Vamos a ver quién sale victorioso de esa batalla.

También cuenta la historia de que, en los días de la independencia de Venezuela, ocurrió aquel terrible terremoto que destruyó Caracas, dicen que Bolívar dijo:  “Bueno, si la naturaleza está contra nosotros, lucharemos también contra la naturaleza”, y el terremoto aquel en medio de la revolución.

Y aquí han chocado dos cataclismos, el social que es la Revolución, contra el otro, natural; y va a salir victoriosa la Revolución, de eso no hay la menor duda.

Los contrarrevolucionarios, los gusanos, y los imperialistas, han estado lamiéndose la boca, han estado haciéndose ilusiones de que este es el momento, creen que el cataclismo natural va a vencer al cataclismo social.  Y creen que las aguas que arrasaron vidas de humildes campesinos y destruyeron riquezas de hombres del pueblo, y de hombres humildes del pueblo, van a devolverles sus latifundios y sus centrales azucareros y sus millones de pesos y sus privilegios.  Eso es lo que creen.  Creen que lo que arrasa con los intereses del pueblo y con los intereses de los humildes, les va a traer flotando, a flote de las inundaciones, creen que van a ir a recibir otra vez todos sus privilegios y toda su fortuna.

Y lo único que les puede dejar a ellos este ciclón, igual que la Revolución, es la fosa de Bartle, para que sumerjan allí, si quieren.  Es lo único que les va a dejar. Se hicieron ilusiones.

Después vamos a ver cómo se comportaron nuestros enemigos.  Sabemos cómo se comportó el pueblo, cómo se comportaron nuestros amigos; cómo se comportaron nuestros enemigos, es el otro problema”.

Desde el punto de vista científico hacer un estudio del huracán

Pero la posición del ciclón no podía, el itinerario exacto de él, verse por los efectos de los aires.  Hay que ir a hacer un estudio ahora de todos los puntos sobre el terreno, dónde batió el aire, qué día con más rigor.  Porque como están las montañas de por medio se producen una serie de fenómenos muy raros, con las montañas de por medio, en cuanto al comportamiento del ciclón.

Y ellos van a hacer un estudio minucioso, exacto, para poder precisar con toda exactitud, porque ellos se guían por una serie de cálculos y una serie de anotaciones sobre las distintas presiones.  Y van a hacer un estudio.  Vale la pena desde el punto de vista científico hacer un estudio del huracán, porque siempre se decía que si las montañas protegían.  En cierto sentido es verdad.  Hubo regiones protegidas por las montañas.  Y las regiones le quedaban a la izquierda, habrían estado bien protegidas por las montañas.  Santiago no habría tenido muchos problemas, lo que pasa es que él no sigue, sino que él da una vuelta después, y los vientos baten a Santiago desde otra dirección, porque ya le queda a la derecha.

Es muy interesante eso, desde el punto de vista científico.  Entonces decía:  ¿Cuánto llovió?  Teniendo en cuenta esta precipitación de 1 244 milímetros, hay que calcular que la cuenca del Cauto, del Contramaestre  y de todos sus afluentes deben tener aproximadamente unos  10 000 kilómetros cuadrados; cada kilómetro cuadrado tiene un millón de metros cúbicos, más de un millón de metros cúbicos de agua cayeron sobre cada kilómetro cuadrado.  Luego, cayeron más de 10 000 millones de metros cúbicos de agua; es decir, el agua que pueden contener 100 represas como Paso Malo, el agua para regar unas 100 000 caballerías de tierra,    y según de lo que sea, con gasto de agua grande, el agua para regar 100 000 caballerías de tierra en un año fue la que cayó allí en cinco días.

Y ya es la segunda vez que se produce en un año una precipitación grande de ese tipo.  Hay otro problema:  si toda esa zona hubiese estado cubierta de bosque, los efectos serían distintos, porque el agua tarda más en descender de las lomas, en correr.  Pero hay que darse cuenta que en los últimos 20 ó 30 años todas esas montañas se han poblado, todas las cabeceras de esos ríos están desmontadas.  Hay que hacer por eso un trabajo de repoblación forestal, unido con todos los planes hidráulicos.  Por eso se producen derrumbes, porque en las montañas lo que hace daño no son las inundaciones.  Claro que en Santo Domingo fueron las inundaciones, porque la zona de Santo Domingo es un lugar que nosotros conocemos mucho, fue zona de operaciones durante la guerra.  Allí han muerto más de 100 personas; porque allí en Santo Domingo es donde nace el río Yara, ese Yara “donde fresca, limpia y clara se desliza la corriente”, ese Yara mató allí más de 100 personas.  No por eso vamos a tenerle odio al Yara; hay que dominar el Yara, hay que controlar y disciplinar el río Yara.

Pero en las montañas principalmente son los derrumbes; la erosión, la falta de consistencia, es promovida por la tala de los bosques.  En los últimos 20 ó 30 años ha habido mucha tala de bosques, por eso el agua corre tan violentamente, que ese es un factor también que hace más grave una inundación de ese tipo, la despoblación forestal.  Pero ¡imagínense cuánta agua se habría podido acumular ahí para resistir años de sequía!  No voy a decir acumular toda esta agua, imposible; y una parte, además, cae también en zonas donde no podía recogerse; pero lo que significa acumular el agua de cualquiera de las inundaciones que ha habido este mismo año, no de este, del anterior, y de la que hubo en años anteriores, después del triunfo de la Revolución también.  Y a cada rato hay inundaciones por ahí.

Seguridad definitiva para todas las familias

Nosotros hemos pedido a los compañeros de Recursos Hidráulicos un esfuerzo supremo para realizar un plan extraordinario de obras hidráulicas en esas provincias, sin abandonar los demás planes hidráulicos; pero un plan para desarrollar fundamentalmente en cinco años allí, en los valles del Cauto-Contramaestre, Guantánamo y Mayarí; hay que invertir unos cientos de millones de pesos.

Eso significaría: primero, la seguridad definitiva para todas las familias que viven allí de que nunca más volverán a ser víctimas de una situación como esta.  Ese plan preservaría aun contra la repetición de un fenómeno exactamente igual que este, cuyos efectos quedarían disminuidos en un 80%, porque ese plan no comprende solo la construcción de represas, sino también canales de distintos tipos, la canalización incluso del Cauto, que tiene una serie de curvas que dificultan la salida del agua.  Entonces, haciendo todo un sistema de represas y de canales, se crearían las condiciones de total y absoluta garantía definitiva, para las vidas y para las riquezas del país allí, en las tierras más fértiles de Cuba.

Porque entonces esto tendría tres objetivos:  la seguridad para todas las vidas de las personas que residen en aquella región, la seguridad para todas las enormes riquezas que se pueden desarrollar en esa región, la posibilidad de convertir todos esos valles en una verdadera Mesopotamia para el país, y luego, la solución de problemas de agua para muchos pueblos de aquella región; problemas de agua para la población, problemas de agua para la agricultura, y problemas de seguridad para las vidas y las riquezas de las personas.  Y esta debe ser nuestra respuesta a este fenómeno.

Ahí es donde nosotros debemos complementar el heroísmo de toda la gente; ahora viene el heroísmo del pueblo, y el pueblo tiene que construir eso, para construirlo hacen falta recursos, y los recursos los tiene que dar el pueblo, y el pueblo lo puede hacer, y eso es lo que nosotros queremos proponer.

¿Cuál es la política que ha seguido Cuba en todo este problema de tipo técnico, meteorológico, científico, con respecto a Estados Unidos?

La política que ha seguido Cuba es de absoluta colaboración y cooperación con todas las estaciones meteorológicas de Estados Unidos, porque ellos están situados en la misma zona en que estamos nosotros, y los ciclones que nos afectan a nosotros también los afectan a ellos.  Y la política que se ha seguido es una política de cooperación con las estaciones meteorológicas y de información, y ellos lo han reconocido.

¿Cuál es la política que ha seguido Estados Unidos?  La política que ha seguido Estados Unidos, la que ha venido siguiendo hace dos o tres años y la siguió en este caso, fue, realmente, la de tratar de brindar colaboración técnica.  Ellos daban sus partes meteorológicos; pero el instrumento de que ellos disponen principalmente para obtener datos e información acerca de los huracanes, son los aviones caza-huracanes.

¿Qué han hecho ellos desde que empezaron los conflictos?  Suspender los vuelos de los aviones caza-huracanes y negar toda información a Cuba y toda colaboración técnica por medio de ese tipo de aviones.

En este caso, apenas se tuvo noticia del ciclón amenazando el país, se le dieron instrucciones al compañero Curbelo, jefe de la Fuerza Aérea y, a su vez, el compañero Curbelo se lo comunicó al Jefe del Observatorio, de brindar plena cooperación a las estaciones meteorológicas de   Estados Unidos.  Y se planteó, incluso, que si solicitaban cualquier autorización para volar los aviones caza-huracanes se les brindara autorización.

¿Qué hicieron ellos?  Ellos ex profeso evitaron, prohibieron al avión caza-huracán volar, investigar el ciclón cuando el ciclón estaba sobre Cuba.  Entonces, lo curioso de todo esto es que en un cable de la UPI publicaron lo siguiente:

“El Primer Ministro de Cuba Fidel Castro ha prohibido a los aviones norteamericanos Hunter, caza-huracanes, volar sobre esa isla comunista, pero según dice Dunn esto no creó problema alguno en cuanto a seguir la trayectoria del huracán ‘Flora’”.

Así dice que nosotros lo hemos prohibido, y eso es absolutamente falso.  Nunca se les ha prohibido a los aviones caza-huracanes volar sobre Cuba, nunca se les ha negado autorización y, además, expresamente en el caso de este ciclón se le comunicó a la Fuera Aérea y al observatorio que cualquier solicitud fuera inmediatamente autorizada.

Pero lo insólito de esto es que ellos para violar nuestro espacio aéreo no piden permiso.  Y el gobierno de Estados Unidos viola diariamente el espacio aéreo de Cuba con sus aviones piratas, con sus aviones espías, incluso para brindar información y obtener detalles para sus ataques piratas.

Entonces son tan descarados y tan cínicos, que cuando hay un ciclón expiden un cable por el mundo diciendo que el gobierno de Cuba prohibió que los aviones caza-huracanes volaran sobre Cuba.  ¡Es un caso de cinismo in fraganti, se puede decir!

Yo creo que es muy ilustrativo acerca de la hipocresía de la política de Estados Unidos, el cinismo de la política de Estados Unidos.  Violan todos los días nuestro espacio aéreo, espían para realizar ataques, viene un ciclón, no vuelan, y entonces declaran en un cable que Cuba prohibió que volaran los aviones.  Eso ilustra la política de Estados Unidos y empieza a explicar por qué no queremos la ayuda de esos señores; una.

Segundo:  ¿qué hicieron durante el huracán?  Tratar de sembrar el terror en el pueblo y la inseguridad en la familia.  Vean, por ejemplo, qué publicaba la UPI y qué se dedicaban a decir por las estaciones de radio de Miami; sabían que hay muchos muchachos , unos cuantos miles de muchachos en las montañas que estaban corriendo peligro; sabían que las familias tenían que estar intranquilas, que tenían que estar preocupados.  ¿A qué se dedicaron?  A sembrar el terror y la alarma y el miedo entre las familias.

Y así aparece:  “Miami, octubre 9, UPI.-  Dos poblados de la zona de la Sierra Cristal, en la región noreste de la provincia de Oriente en Cuba, han desaparecido totalmente, arrasados por las aguas desbordadas de los ríos, y se teme por la vida de más de 4 000 estudiantes becarios y obreros voluntarios, según informó al Primer Ministro Fidel Castro el capitán Jorge Risquet, jefe de la Zona Militar de Oriente.”  Eso era absolutamente falso.

“En una transmisión radial de onda corta, captada en esta ciudad anoche, entre el capitán Risquet y el Primer Ministro, este dijo a Castro que dos poblados de la zona de la Sierra Cristal, donde se hallaban alojados más de 4 000 estudiantes y obreros voluntarios que se hallaban recogiendo las cosechas de café en la región oriental, han sido totalmente arrasados por las aguas, y se teme seriamente por la vida de estos, ya que no se tiene noticias de los mismos.”

Se dedicaron a divulgar esto por todas las estaciones de radio, incluso cuando las estaciones de radio ya no podían llegar porque estaban por el ciclón interrumpidas en muchos lugares, y cuando no había noticias, a sembrar la alarma y el miedo entre el pueblo.

“Miami, Octubre 9, UPI.-  Unos 100 obreros voluntarios que se hallaban recogiendo café en las zonas orientales de Cuba perecieron como consecuencia del huracán ‘Flora’, según mensaje radial enviado al Secretario General de la CTC, captada en esta ciudad.”

Mientras el ciclón estaba andando y el pueblo luchaba, ellos estaban dedicados a sembrar la alarma y sembrar el terror entre las familias, entre las madres, entre las esposas de la gente que estaba allí, todo dirigido contra los becarios, contra el trabajo voluntario, contra el esfuerzo.  Y así sucesivamente.

Ahora, vean cómo ellos mismos reconocen que Cuba colaboró en los informes técnicos.  Aquí está un cable de Miami, UPI.

“Sin tener en cuenta las diferencias políticas existentes entre Cuba y Estados Unidos, los funcionarios del servicio meteorológico cubano colaboraron estrechamente con sus colegas    norteamericanos en Miami durante la actividad reciente del huracán ‘Flora’.  Recibimos magnífica cooperación por parte de las estaciones meteorológicas de Cuba, declaró Gordon E. Dunn, jefe del Centro de Pronóstico del Tiempo en Miami.  Los funcionarios a cargo de este servicio aquí pidieron anoche a las estaciones cubanas informes de hora en hora sobre el huracán y los suministraron inmediatamente, dijo Dunn hoy.  Luego agregó que los meteorólogos norteamericanos tenían reservas sobre la competencia de sus colegas cubanos, aunque muchos de ellos colaboraron con meteorólogos norteamericanos en los días anteriores a Castro.

“Cuando anoche recibimos informes de Cuba de que el huracán ‘Flora’ había tomado un curso hacia el oeste, creíamos que esto era tan improbable que proyectamos lo que hubiera sido un rumbo más lógico, es decir, hacia mar afuera, en dirección al noroeste; pero los cubanos estaban en lo cierto, declaró Dunn.

“El servicio norteamericano de Meteorología se comunica con las estaciones cubanas por radios teletipos”.

Es decir que ellos mismos han reconocido que se les brindó magnífica colaboración, que se les dieron informes inmediatamente, ¿cómo pueden decir que Cuba prohibió el vuelo de los caza-huracanes si está en contradicción con eso?

Así que vean cuál fue la conducta de Cuba y cuál fue la conducta de ellos: negar la colaboración técnica, negar los informes que podían haberse tomado con los aviones caza-huracanes, suspender los vuelos de los aviones caza-huracanes, cuando estaba sobre Cuba el huracán, y dedicarse a través de la radio y la prensa a sembrar el terror contra nuestro país.

Claro está que la hipocresía proverbial y característica del gobierno de Estados Unidos, que caracteriza todos sus actos, esa hipocresía proverbial no sería tal hipocresía si no hubieran hablado de ayudarnos.  A ellos se les creaba una situación moral difícil, porque el mundo sabe que ellos mantienen un bloqueo contra nuestro país, un bloqueo criminal y cobarde, de persecución económica, de prohibición y represión contra los barcos que traen mercancías a Cuba, tratan de sabotear y obstaculizar nuestras ventas, tratan de sabotear nuestra economía, promueven la subversión, organizan bandas de piratas para que ataquen nuestras fábricas, para que destruyan centrales, aserríos, todo el pueblo conoce los ataques que han realizado a distintas instalaciones para destruir nuestra economía, todo lo que han hecho para arruinar el país.  A ellos les creaba una situación moral muy delicada y muy difícil ante el mundo su política de bloqueo con respecto a un país que, por haber sufrido un desastre de tipo natural de esta naturaleza, era lógico que concitara la solidaridad y el deseo de ayudarla de todo el mundo.

Y si en algún momento es criminal el bloqueo de Estados Unidos ante los ojos del mundo, en ningún momento más que este.  Era lógico que ellos se aparecieran dándole instrucciones a la Cruz Roja para que nos ayudaran, a Cuba y a Haití, ¿comprenden?  Aparecerse aquí con unos botiquines de medicinas y entonces pintarse de buenos ante el mundo, de nobles y de humanitarios.

Y era lógico que el pueblo de Cuba rechazara esa política cínica y desvergonzada, esa ayuda hipócrita de quienes están tratando de asesinar nuestra economía, de matar por hambre a nuestro país, de destruir nuestras riquezas.

Nuestro pueblo no necesita ayuda de los imperialistas yankis, nuestro pueblo lo que necesita es que lo respeten y que lo dejen trabajar en paz, porque nosotros trabajando en paz podemos darnos mil veces más que lo que nos pueden dar ellos.

Ellos no nos quieren dejar trabajar en paz, y hacen todos los esfuerzos inimaginables por destruir nuestra economía, y se aparecen hipócritamente, como humanitarios, a ofrecer la ayuda de la Cruz Roja, como se la ofrecieron a Haití, al que le mandaron una tonelada de medicinas.

Era lógico que nuestro país rechazara, por eso, esa ayuda que nos ofrecían.  Lo que nosotros demandamos no es ayuda.  Lo que nosotros pedimos con todo nuestro derecho es que cese el bloqueo económico contra nuestro país. Y nosotros emplazamos al gobierno de            Estados Unidos, ante la opinión pública mundial, a que cese el bloqueo criminal que mantiene sobre un país que ha sufrido un desastre de esta naturaleza (Aplausos).

No podemos olvidar —porque está demasiado reciente— la invasión de Girón, los bombardeos, los ataques piratas, la explosión de “La Coubre”.  Y sobre todo esta última no la podemos olvidar porque, precisamente, nuestro cuerpo de seguridad acaba de descubrir un intento de sabotaje similar a “La Coubre” en el vapor “Las Villas”.  Una cosa exactamente igual.  Y afortunadamente no estalló.

Entonces, fue la repetición del caso de “La Coubre”.  Un barco cubano transportó mercancías de Italia a Cuba, del puerto de Génova.  ¿Dónde colocaron la bomba?  Una bomba que de haber estallado habría hundido el barco posiblemente sin posibilidades de auxilio, una bomba potente, de dinamita, de explosivo gelatinoso de los más potentes, de la cual estalló incluso el detonante, y por un fallo no completó, no estalló la bomba.  Así que el mecanismo, incluso, se puso en acción.

Cuando descargaron el barco encontraron la bomba allí entre la mercancía.  Es decir, la repetición exacta del caso de “La Coubre”.

¿Dónde la pusieron?  En Génova, Italia.  Porque la bomba apareció en una bodega que se cargó allí.  ¿Quién puede haber puesto esa bomba?  Los mismos que pusieron la bomba de “La Coubre”: La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.  Y por poco junto con el problema del ciclón tenemos el hundimiento del barco.

Y nosotros tenemos mucha información de todos sus planes contrarrevolucionarios, de todos sus planes para destruir nuestra economía y para sabotear nuestra economía.

Y así son de hipócritas, así son de cínicos, así son de rufianes, que entonces, cuando ocurre una situación como esta, quieren hacer el papel…  Y entonces, claro, por aquí las declaraciones del Departamento de Estado:

“Washington, 10 de octubre de 1963.  UPI:

“Estados Unidos acusó hoy al Primer Ministro de Cuba, Fidel Castro, de haber, cruelmente, rehusado la asistencia de la Cruz Roja norteamericana a los damnificados por el ciclón ‘Flora’ en Cuba, basándose en razones políticas.

“La Cruz Roja norteamericana había ofrecido asistencia a la Cruz Roja cubana, pero la radio de La Habana rechazó ayer la oferta tras calificarla de hipócrita.

“Albert J. McCorfey, oficial de prensa del Departamento de Estado, dijo hoy en conferencia de prensa que la oferta norteamericana refleja el tradicional interés del pueblo, a través de su principal agrupación humanitaria, en acudir en auxilio de otro pueblo afectado, no importa cuán hostil su gobierno pueda ser”.

Esa agrupación humanitaria de que ellos hablan nos estafó 10 millones de dólares a raíz de la indemnización por los prisioneros de Girón.  Que empiecen por pagar los 10 millones de pesos que estafaron a Cuba (Aplausos).

“Mucho lamentamos, por tanto —dijo—, que la Cruz Roja cubana, actuando por orden del Primer Ministro Castro, rechazara la oferta de la Cruz Roja norteamericana.  Creemos que se trata de circunstancias muy tristes aquellas en que un gobernante, que alega estar interesado en el bienestar de su pueblo, cruelmente niega a este la asistencia ante un desastre por lo que, evidentemente, son razones políticas.

Nunca, desde luego, en nuestro país nunca ninguna región del país afectada por un ciclón ha recibido tan extraordinaria, generosa y amplia ayuda como la ayuda que ha recibido del pueblo, de toda la nación convertida en una sola fuerza, como ha recibido la región de Oriente.  Pocas veces habrá personas afectadas que hayan recibido tan total, absoluta, rápida, urgente y eficaz ayuda como la que han recibido los damnificados, sin ellos.  Es más, si estuviéramos bajo el dominio imperialista, se moriría de hambre toda esa gente.  Y no se mueren de hambre porque hoy no están estos humanitarios imperialistas aquí en nuestro país, y porque hay una revolución en el poder.

El gobierno de Cuba no rechazó la ayuda de ningún gobierno. Muchos gobiernos de distintos sistemas sociales que nosotros, que practican una política, una ideología distinta a nosotros, nos ofrecieron más o menos ayuda, aunque sean modestas contribuciones, pero que nosotros hemos sabido apreciarlas.  Y no hemos rechazado la ayuda a ningún país, porque ninguno de esos países nos bloquea, ni sabotea nuestra economía, ni arma bandas de mercenarios para destruir, para sabotear, para cometer crímenes y para asesinar obreros, campesinos, no.  El único país de la que la hemos rechazado, y nos honramos en rechazarla —y en estas condiciones las rechazaremos siempre—, es la ayuda de los imperialistas yankis.

Creo que nuestro pueblo estuvo a la altura de la situación al rechazar esta ayuda. Y claro que les dolió.  Porque a ellos les habría encantado hacer el papel de buenos ahora, apareciéndose con un poquito de mercuro cromo (Risas) después del huracán “Flora” al país que le han ocasionado tanto daño y tantas víctimas.

Porque veinte veces peor que el huracán “Flora” para Cuba y para el mundo, son los imperialistas yankis.  Un azote para la humanidad infinitamente superior a los azotes de este tipo.  Pero también estamos chocando el azote del imperialismo yanki y la Revolución Cubana. Vamos a ver quién sale victorioso en esa lucha también.

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