Un apasionante recorrido desde tierra firme hasta la cayería norte de la provincia Ciego de Ávila, o al revés, es parte de los atractivos del destino turístico Jardines del Rey, con un pedraplén que enlaza el poblado de Turiguanó (en el municipio Morón) y Cayo Coco, al “surcar” 17 kilómetros (km) del mar y ofrecer una primera impresión a los viajeros que arriban por el espacio terrestre.

Mantener la seguridad en el traslado por esa vía constituye una prioridad, de manera que se garantizan frecuentes mantenimientos, a cargo de brigadas especializadas del Contingente Roberto Rodríguez Fernández (El Vaquerito) y la Empresa de Construcción y Montaje del territorio avileño.

Es una obra insigne, creada por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y conservarla en buen estado representa orgullo y compromiso para los trabajadores, caracterizados por un gran sentido de pertenencia.

El Vaquerito asume los movimientos de tierra que se efectúan como parte de la restauración de las escolleras, los paseos y puentes, lo que exige la profesionalidad de una comisión de topografía integrada por topógrafos, cadeneros y portamiras, para mantener el trazado y los niveles del vial, según explicaron a la Agencia Cubana de Noticias especialistas de la entidad.

La calidad en la ejecución de los arreglos está relacionada con la tipología de las rocas que se emplean, extraídas de una cantera ubicada en Las Grullas, en el municipio Florencia, distantes a unos 60 km, sin embargo, son las que reúnen los requisitos técnicos.

Esta brigada se ha especializado en esos mantenimientos, por lo general extendidos durante un año debido a sus complejidades, y en la cual desempeñan un rol decisivo los operadores de equipos pesados como buldóceres, motoniveladoras y cilindros compactadores.

A propósito de la XLII Feria Internacional de Turismo de Cuba, a celebrarse en Jardines del Rey desde este jueves y hasta el día 5 de mayo, en ese vial se ejecutaron numerosas obras que permitirán un desplazamiento más seguro de los vehículos, incluidas mejoras en la pavimentación y la reanimación de las señales de tránsito, informativas, prohibitivas y de orientación.

Luis Alberto Pérez Olivarez, director provincial de la Empresa de Servicios Comunales de Ciego de Ávila, aludió recientemente, en su cuenta en la red social Facebook, a un cambio de imagen en el pedraplén Turiguanó-Cayo Coco, que contempla varias acciones para embellecer el paisaje.

Al interior del destino —agregó— también realizan labores de reanimación, fundamentalmente en los cayos, el ya mencionado y su vecino Guillermo, con la implicación de otras entidades como el Fondo Cubano de Bienes Culturales y las empresas de Materiales de Construcción de Ciego de Ávila, Prefabricado y la Constructora Militar El Vaquerito, además de la mipyme Sol Naciente.

Desde hace más de un año los trabajadores de Servicios Comunales se afanan en el mejoramiento de la imagen del destino turístico, voluntad que se expresa en la colocación de nuevos carteles identificativos a la entrada de los diferentes islotes que conforman el archipiélago Jardines del Rey.

Ante la cercanía de la importante bolsa comercial del Ministerio de Turismo, cuantiosas fuerzas se integran a la tarea de reanimar la cayería norte avileña, contempladas las transformaciones en el pedraplén y las arterias situadas en el interior, también beneficiadas con la pavimentación, cambios en rotondas, la siembra de plantas ornamentales y colocación de esculturas, elementos que ofrecen una vista diferente a los visitantes.

Desde el propio punto de control Peaje a Cayo Coco es posible advertir las modificaciones y renacen las vallas identificativas con instantáneas que convidan al disfrute del segundo destino de sol y playa más importante de Cuba, y uno de los más prominentes de la región del Caribe.

A pocos kilómetros de emprendida la ruta sobre el océano, se muestra con todo su esplendor y colorido el monumento con la corona de un rey, en clara referencia al sitio que, al final, podrá encontrar el viajero.

El camino de piedras, con sus espectaculares vistas, se transforma en una ruta más agradable y abre paso a un entorno paradisíaco, donde se bifurca —como el árbol que se abre en ramas con hojas, flores y frutos—, para conformar disímiles carreteras, retocadas en su conjunto y listas para conducir a los vacacionistas hasta lugares fascinantes.

Tomado de Invasor

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