Fidel es el nombre de una revolución con arraigo popular, y con la convicción de construir un mundo nuevo, de equidad y mayor justicia social.
Casi un siglo ha pasado desde su nacimiento en Biran, provincia de Holguín; y ese joven de gran educación, enrolado en la vida estudiantil universitaria y de la política, se convirtió en fiel defensor de los derechos del pueblo cubano.
Gigante de todos los tiempos. El héroe de mil batallas. Un soldado de las ideas. El eterno luchador contra las lógicas mercantiles.
Patriota de pensamiento profundo que hizo realidad la utopía de una Cuba libre frente al mayor de los enemigos.
Su visión larga nos convirtió en hombres de ciencia.
Impulsó varios programas dentro de la Revolución como la Campaña de Alfabetización, las Casas de Cultura, los maestros emergentes, los instructores de arte, los trabajadores sociales, entre otros de gran beneficio para la sociedad.
Implacable antiimperialista. Autor de múltiples reflexiones. Comunicador por excelencia. El más grande de los barbudos nos dejó estrechos lazos de amistad con varios naciones de América y fuera de ella.
Por más de 50 años condujo los destinos de Cuba y no hay sector en el cual no haya aportado con ideas, desvelos y empeños.
Vivimos tiempos difíciles, pero ya el nos había alertado, incluso, desde el inicio de la obra socialista, y cito: «… No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será facil; quizás en lo adelante todo sea más difícil…».
Toca empinarse, secarse el sudor y continuar.
Hoy en el Aniversario 98 de su cumpleaños el pueblo cubano lo recuerda con inmenso cariño.
Sigamos, entonces, los pasos del eterno Comandante en Jefe, y que sirva esta fecha histórica para rendirle tributo a la memoria de un Padre. Seamos todos Fidel.
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