Los primeros días de junio deviene para la historia un recuerdo épico de dos valerosos hombres, que, con su convicción profunda de lucha y valor, lograron hazañas innumerables en su paso por este mundo.
Para los cubanos recordar el natalicio de dos hombres, que, aunque en épocas distintas, son paradigmas de entereza y bravura para nuestro pueblo.
Antonio Maceo y Ernesto Guevara de la Serna.
De Maceo percibimos su pensamiento rebelde, visión de futuro, intransigencia revolucionaria y principios independentistas.
Del Che conocimos su internacionalismo, su compromiso con los humildes, el sacrificio supremo por defender una causa y la palabra del hombre honesto y revolucionario a toda prueba.
Valientes, osados, astutos y esencialmente humanos, captaron la singular importancia que, para un ejército, tienen la conciencia revolucionaria del combatiente, y su clara comprensión de los deberes.
Sus obras trascendieron mucho más allá del día en que las balas segaron su existencia. La historia se encargó de unirlos y reconocerlos como verdaderos paradigmas, como héroes de todos los tiempos.
Yasel Díaz Drago