Con un llamado urgente a la unidad regional, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, intervino hoy en la IX Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde denunció la creciente agresividad de la política estadounidense hacia América Latina y el Caribe.

La gravedad de esta hora de amenazas multiplicadas exige la multiplicación de fuerzas unitarias; solo la unidad puede salvarnos, manifestó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en la Cumbre, con sede en Tegucigalpa, la capital de Honduras, a la que asistieron representantes de los 33 países que integran la Celac.

Citando al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, el mandatario afirmó que «nunca antes fue tan visible y urgente para nuestros pueblos de América la necesidad de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes», en referencia a los desafíos que enfrenta la región, según destacó en X la cuenta de la Presidencia.

El jefe de Estado cubano caracterizó la actual política de Estados Unidos como un claro retorno a la Doctrina Monroe, con una agenda agresiva marcada por el unilateralismo en temas migratorios, narcotráfico, comercio internacional y cambio climático, así como por la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra varias naciones del área.

Afirmó que el gobierno de Estados Unidos amenaza y pretende legitimar la imposición de medidas coercitivas unilaterales, sin respeto al ordenamiento de los demás países; procura convertir el chantaje, el acoso y manipulación política en prácticas habituales contra nuestras naciones, agregó.

Desde su experiencia como país que resiste desde hace más de seis décadas un bloqueo económico, financiero y comercial, el Presidente cubano exigió el cese inmediato de estas medidas coercitivas que violan el Derecho Internacional.

Díaz-Canel rechazó particularmente el recrudecimiento del cerco estadounidense contra Cuba y la infame campaña contra los programas de cooperación médica cubana, que benefician a más de cincuenta naciones.

Advirtió que esa nueva presión no solo pretende castigar a Cuba y la vocación altruista y humanista de sus profesionales, sino que refleja un absoluto desprecio por la salud de los pueblos y las comunidades que reciben los beneficios de los servicios médicos cubanos.

Propuso fortalecer la Celac como espacio de unidad y acción concertada, colocando los intereses comunes por encima de las diferencias.

Frente a las intenciones del imperialismo de recolonizarnos y atentar contra la integridad territorial de nuestras naciones, sostuvo, la Celac puede desempeñar un papel clave, si nos pronunciamos con voz firme y unida en rechazo al uso y la amenaza del uso de la fuerza en la región.

Ratificó la disposición de Cuba a mantener su cooperación con todos los países que la soliciten, bajo los principios de respeto mutuo y beneficio compartido.

No demoremos más la integración soñada y peleada, desde Bolívar hasta nuestros días, por los más bravos hijos de Nuestra América, concluyó.

Tomado de ACN

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *